── Lee Minho es reservado, pero Han Jisung cree ser capaz de hacerlo cambiar de actitud, al menos en la cama.
La historia original es de @fayeboobs, todos los créditos son suyos. <3
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Los besos se volvieron húmedos, demandantes, calientes. Como si quisieran obtener todo del otro.
La habitación de Hotel estaba siendo cada vez más caliente y más pequeña. Para su suerte, encontraron la cama rápidamente. Minho usó sus manos para empujarlo bruscamente, hasta que Jisung se separó de él y su espalda tocó el colchón. No pasó ni un segundo cuando el mayor bajó y comenzó a besar su cuello.
Minho estaba entre sus piernas, por lo que Jisung rodeó su cadera y apretó los muslos, atrapando a su novio. Pero por supuesto que Minho no tenía intenciones de irse.
Las manos de Minho estaban viajando por el cuerpo debajo suyo, la camisa se había subido y una de las mangas se había movido de su hombro, por lo que comenzó a bajar un poco más hasta besar sus clavículas. Sacó su lengua y se dedicó a dejar marcas rojas a su paso, escuchando los jadeos del menor.
—M-Minho... - llamó Jisung en un gemido.—Háblame.
—¿Qué quieres que te diga?—preguntó con total atención. Antes había oído perfectamente lo que Jisung quería que hiciera, estaba dispuesto a hacer cosas que no acostumbraba solo para complacerlo. Lo cierto es, Minho pensó que le costaría, mas estaba disfrutando también de eso.
—Úsame.— pidió. - No me importa, haz conmigo lo que quieras, sé rudo.
—Hannie...
—Y también quiero que maldigas.
Minho parpadeó. Hace muchísimo tiempo que no decía ninguna grosería y jamás había hablado mal con Han. Él tenía su actitud correcta, le gustaba ser así. No veía el por qué su vocabulario debía de verse modificado de esa forma. Sin embargo, cuando se trataba de Jisung estaba totalmente a sus pies. Haría lo que su novio le pidiera siempre.
Estaba en una gran lucha interna.
—Amor.—Jisung se dió cuenta de sus pensamientos, viéndolo quedarse quieto.—No me estás faltando el respeto ni haciendo algo que no quiero, yo te lo estoy pidiendo.
—Yo- Bueno, ¿estás seguro?
—Completamente. Está bien que te liberes, no quiero que te pongas límites, estoy aquí para que me uses a tu gusto.
—¿Y si no te gusta?
Jisung se acercó hasta dejar un beso sobre sus labios, con su mano acarició el cabello de su novio.
—Me gusta ser sucio de vez en cuando.
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