Su segundo nombre: Torpeza.
¿Su primer nombre? Ah, Marinette.
Si. Marinette Dupain-Cheng. Quién por error, y sin saberlo, acaba de meterse en los peores problemas jamás imaginados.
- Un universo donde, por misterio, algunos estudiantes de la 1-A ter...
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—¡Deku!
El sonido de mi nombre resonó al otro lado de la puerta, obligándome a salir apresuradamente de mi habitación. Uraraka estaba ahí, una expresión inusualmente seria en su rostro.
—¿Uraraka? ¿Estás bien? —mi preocupación se reflejaba en mi voz mientras trataba de descifrar cualquier indicio en su rostro.
—No, nada está bien. Los demás fueron al Mall sin nosotros.
Mis ojos se abrieron de par en par, y por un momento, me quedé en blanco. No esperaba esa respuesta. Mi piel, ya pálida, parecía volverse aún más blanca mientras procesaba la información. Sin pensar, solté un grito de frustración antes de lanzarme de nuevo a mi habitación para cambiarme rápidamente.
—¡Pensé que nos esperarían! —mi voz resonaba entre los muros mientras buscaba desesperadamente mi zapato izquierdo. Uraraka, en un gesto silencioso y solidario, se ofreció a ayudarme.
—¡Lo encontré!
Me puse el zapato, la sonrisa triunfante de Uraraka me reconfortó y no pude evitar sonreírle de vuelta. Salimos corriendo con la esperanza de alcanzar al grupo que nos había dejado atrás en su carrera hacia el centro comercial.
Gracias al entrenamiento, ya no me quedaba sin aliento al correr algunas distancias, pero sí tengo que admitir que el corazón aún palpitaba con fuerza al momento de llegar al lugar.
—¡Muere, maldito mitad y mitad!
—Bukugou, relájate.
Uraraka y yo volteamos a ver a nuestros amigos, estando a punto de pelear frente al cine. Kacchan se veía con ganas de ahorcar a Shoto, quién con su expresión inmutable ni se movía del lugar. Atrás de Katsuki, tratando de detener un asesinato, se encontraban Denki y Kirishima.
—¡Tú cállate, pelo de mierda!
—Es bueno ver que se llevan mejor. —reí, recibiendo la mirada de odio de Kacchan. Estaba lejos de asustarme... ¿a quién engaño? me estaba orinando del miedo. —¡No dije nada!
—Llegan tarde.
La voz tranquila del bicolor me sorprende, más aún al saber que fué él quién nos invitó al cine. De una manera, dijo que tenía una tarjeta negra con fondo ilimitado, así que quiso invitarnos a una salida, como la mayoría votó por ver una película, Shoto se vió emocionado y hasta con una cara de satisfacción al pagar entradas VIP.
Cada que la tarjeta era deslizada, una pequeña sonrisa de satisfacción salía de los labios de Shoto, llamando más de una vez mi atención.
—¿Y qué película vamos a ver? —pregunta Uraraka, mirando a todos lados, como si buscara algo.
—Una de terror, que eligió Bakugou.
Respondió Denki, estirando sus brazos. Su chaqueta negra combinaba bastante bien con su camiseta amarilla.
Uraraka, lejos de importarle la película, decidió preguntar.
—¿Y las demás? No veo a Momo, o a Mina. Pensé que por lo menos Mina vendría.
—¿A quién le importa? Ya va a comenzar la película y no pienso quedarme aquí esperando a personas sin importancia. —murmuró Kacchan, entrando a la sala de cine, y detrás de él Kirishima que solo levantó los hombros como diciendo: "ya lo escucharon." Denki no tardó en unirseles, y Shoto ni siquiera chistó, cargaba sus palomitas y una bebida consigo mismo.
Recogí mis palomitas y le ofrecí a Uraraka.
—Uraraka-san, no te preocupes, igual vinimos a pasarla bien. Si lo deseas, puedo quedarme a tu lado. —sonreí, pero al ver su carita más cerca a mi me produjo un sonrojo algo fuerte.
—¡Gracias Deku! ¡Eres el mejor! —me abrazó, casi haciendo tumbar la comida. Sonreí nervioso, tratando de enfocarme.
Fuimos entrando, al momento de sentarnos no podía bajar el sonrojo que tenía. Uraraka sostenía mi mano, y aunque no me molestaba, me ponía nervioso.
Los avances de la película empezaron y, poco a poco, me fui tranquilizando. Mis pensamientos, que iban a mil por hora, se calmaron un poco. Mi corazón, que estaba latiendo fuerte por la sorpresa, volvía a la normalidad.
