Entre las nieves

Reseteo

Si hace un año me hubieran dicho que iba a acabar aquí no me lo hubiera creído. No me veía suficiente para tomar este tipo de decisiones, me veía sumergida en una oscuridad latente y sin poder hallar un haz de luz. El cansancio de años de dolor y de incomprensión me llevó a querer descubrirme a mi misma por fin. Año tras año me preguntaba ¿Quién soy yo realmente? ¿Soy quien me han hecho creer toda mi vida? Una inútil incapaz de concentrarse un mísero minuto en la tarea que tiene delante suya,una aventurera rezagada a tener que soñar despierta en su habitación mientras imágenes vivas de sus traumas rondan por su cabeza a cada hora al mismo tiempo que el dolor de sus pensamientos quieren ser apagados o acallados por lágrimas silenciosas. Caracterizada por no destacar en nada, ni en los estudios, ni en el trabajo, ni en el deporte. Sonriendo de día, llorando de noche. Criticada por todos y por nadie. Acallando íntimos secretos quemados en la chimenea de la casa de aquel hombre. Sufriendo por amor, amando la soledad. Queriendo quedarme pero huyendo.

Odiaba mi vida, o más bien, me odiaba a mi, necesitaba empezar de nuevo, que nadie me conociera. Ya estaba cansada de esperar al fantasma de Peter Pan que no vino a tiempo a por mi y el paso del tiempo reflejado en los espejos de ese lugar que llamaba hogar (aunque no lo sentía así) decía que ya no tenía que aguardarlo más, era tarde, había crecido y mi etapa más inocente, si alguna vez lo había sido, se había esfumado gritando ferozmente, ahora las decisiones las tenía que tomar yo y un día sin decirle nada a nadie cogí una maleta y un pasaje de avión y me fui sin dejar rastro. Así sin más dejé atrás al que creía que era el amor de mi vida, el que había dado tanto por mi y a la vez me había roto en mil pedazos que ahora intentaba juntar pero sin saber como ajustarlos porque no sabía quien era desde los principios, la pregunta de quien era yo quemaba en mi, necesitaba descubrirlo, una lucha interna que nunca acababa y que había empezado posiblemente a una edad muy temprana.

Llegué a mi nuevo destino sin saber que iba a pasar, nada era lo que parecía, aunque tampoco sabía que esperarme, había mucha nieve, la cual no había visto jamás pero tan pronto rozó la yema de mis dedos sentí que era el lugar correcto. Sin embargo no sabía todo lo que me esperaba desde aquel momento en que puse los pies en aquellas tierras.