Thinking of you ෆ -Rankiya- (Beyblade Burst)

- 1 - (Introducción)

Hola, hola!!, reportándome con una nueva historia... Sí, la inspiración viene y va, y tengo esperanza de que prevalezca.

Ya, que yo amo el Rankiya y el día que
deje de escribir sobre ellos será porque
me morí.

Sin más que decir, espero disfruten el "primer capítulo", si es que puedo
llamarlo así.

Atte: N I M M U Z.

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Wakiya estaba en crisis, una crirs de adolescente promedio, y como todo, apuntaba a solo una cosa: "El enamoramiento",  sin sentido, debía aclarar.

¿Tenía algún razonamiento lógico?, ¿Realmente era posible?.

Y no es que tuviera una mala actitud, aunque a veces solía ser irritante era una persona agradable, a su manera. Lo que más le sacaba de la razón, era el hecho de que fuera un hombre, de tantas mujeres que había y conocía, tenía que ser de un HOMBRE.

¿Qué tanto le costaba ser normal?
Era un tonto, un inmaduro, simplemente un idiota, y ni siquiera era guapo... ¿Verdad?.
Día tras día convivía con él, pero quería ignorarlo, quería dejar de mirarlo o de pensar en él...

—¡Y... otra victoria!, ¡Eso!.

¿Qué?, ¿De que victoria estaba hablando?. ¡Cierto!, había olvidado que estaba en medio del entrenamiento por estar en la luna.

—¡Oh, vamos!, esto debe ser una broma...

El festejo de su compañero nunca dejaba de ser irritante, que hablara a todo pulmón era una pesadilla. Agachó a recoger su bey en manos y decidió regresar a la banca.

—¡Bien!, ¿Quien sigue?.

El entrenamiento siguió, como de costumbre, nada del otro mundo y prefería no participar si estaba en la lela. Pasaría la tarde en silencio, fuera o no en su casa.

—¿Te pasa algo?, estás muy pensativo...

La voz ajena le sacó de sus pensamientos, al voltear, se percató de quien le dirigía la palabra y solo negó.

—No es nada...

—Si así fuera estarías menos irritado.

—Es una estupidez, en serio.

No sería bueno decirle a alguien más sobre esto, no soportaría ser blanco de burlas por más que las ignorara. Se abstuvo de mantener conversación, lastimosamente, no le dejaría en paz.

—Wakiya, sé que te gusta guardarte las cosas, y en algún sentido debe de ser bueno, pero si te pasa algo puedes contar con nosotros.

No necesitaba un discurso de la amistad, era ñoño, no era un niño pequeño.
Su silencio merecía ser preciado, y si seguía confundido, lo mejor era callar.

—Te aseguro que no es nada, un pensamiento estúpido y sin sentido que se irá de la noche a la mañana, ya lo verás...

Y... No, no se fue. Ahí se encontraba él, acostado boca arriba en su cama, pensando otra vez, ¿Cuánto tiempo llevaba sin dormir?. Seguramente pasaban de las 12:00, ¿Que le costaba a su cerebro apagarse y dejarle en paz?, estando en la tumba sería su único descanso. Dio mil vueltas, y ninguna le sirvió para encontrar una posición cómoda que lo hiciera ceder al sueño, esto era tan estúpido...

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Tal vez sea mejor de introducción-