donde Scott Clearwater descubre que su impronta es nada más y nada menos que Alice Cullen.
O
Donde Alice Cullen descubre que su compañero es un hombre lobo.
Eclipse.
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Moonlight
La noche se deslizaba tranquila sobre el bosque de Forks, cubriéndolo todo con un manto de penumbra. La luna brillaba tímidamente entre las ramas, proyectando sombras suaves que parecían susurrar secretos en el aire. Scott Clearwater patrullaba cerca de la frontera entre La Push y el territorio de los Cullen, atento a cualquier señal de peligro. A pesar de que la tregua entre lobos y vampiros se había establecido, una sensación de alerta seguía invadiendo a Scott cada vez que estaba cerca de ellos. Sin embargo, aquella noche, una fuerza desconocida parecía atraerlo hacia el bosque.
De pronto, al salir de la espesura, la vio: Alice Cullen. Había algo en la manera en que estaba allí, quieta y perdida en sus pensamientos, que lo dejó sin aliento. Sus miradas se cruzaron, y el tiempo pareció detenerse. Scott sintió un tirón en el pecho, una corriente que lo anclaba a ella de una forma tan profunda que no lograba comprender. Su corazón latía con fuerza; cada fibra de su ser se enfocaba en Alice, la vampiresa que, en un instante imposible, se había convertido en su impronta.
Para Alice, aquella noche también era extraña. Había salido en busca de respuestas, pues sus visiones se habían vuelto confusas y fragmentadas, algo que la inquietaba profundamente. Nunca había podido ver el futuro de los hombres lobo, pero últimamente sentía una especie de vacío en sus visiones, un hueco que la empujaba a investigar por su cuenta. Y allí estaba él, Scott Clearwater, mirándola con una intensidad que desafiaba cualquier lógica.
Aunque no podía ver el futuro de los lobos, Alice sintió en su pecho una conexión inexplicable, un sentimiento que jamás había experimentado. No necesitaba una visión para entenderlo: algo dentro de ella resonaba con él. En ese momento, comprendió que, a pesar de todo, aquel joven lobo sería alguien crucial en su vida.
Ambos sabían que el vínculo entre un vampiro y un hombre lobo era imposible. Pero bajo la luz de aquella luna, en la quietud del bosque, lo imposible parecía perder su significado.
