haunted night ✶ hyunlix

🎃 005 !

La madrugada había llegado, y los chicos salieron de la casa Viller's. Hyunjin estaba algo confundido, Félix lo había ignorado estando presente ese par y le molestaba un poco, sin embargo, era más dolor que molestia.

Su corazón solo pedía ser correspondido, comenzando a sentirse raro ante ello. Se supone que no podría sentir odio a Félix, pero le daba rencor ser ignorando,  su vista se había fijado en la hermosa luna, sintiendo calma al verla.

Han se acercó a su amigo, pasando su brazo por su hombro, en sus manos portaba un cigarrillo encendido; uno que extendió al castaño. Sin embargo, este lo rechazo.

— Félix es alérgico a los cigarrillos — se excuso.

Jisung lo vio incrédulo, comenzando a pensar que de verdad había hecho efecto el hechizo. Siempre creyó que sería una muy buena broma, y poder burlarse, pero ahora que lo tenía frente a sus narices. Podía darse  cuenta que no quedó ningún rastro del anterior hwang hyunjin.

Por otro lado, Félix, camina desde atrás, teniendo al atento pelinaranja a su ladosusu mente estaba pesada, podía ver bajo la luna llena, que hyunjin estaba decaído.

Momento, su vista fue al cielo, notando la luna en su gran explendor. Abrió sus ojos en asombro, había olvidado que el hechizo de desamor era con la primera luna llena de octubre.

Busco en su bolsillo la hoja de la chamana, comenzando a ver que todo los ingredientes estaban tachados. Sin embargo, faltaba solo uno: «lágrimas de la persona que piensas darle la poción ».

Vio al mayor frente a él, quien mantenía las manos en sus bolsillos y pateaba las pequeñas piedras que se pasaban por sus camino.

— ¿Qué es eso? — preguntó el pelinaranja al ver la hoja en sus manos.

Pero el peliazul no contestó, fue a donde estaba hwang, tomándolo de la mano para llamar su atención. Hyunjin sintió su cuerpo tensarse al sentir la colonia qué tanto le gustaba.

— Lix-

— ¿Quieres ir a mi casa? — preguntó, interrumpiendo al mayor.

Tanto jisung como hyunjin lo vieron impresionados,  sin mencionar como el pelinaranja lo escucho desde lejos, volteando a ver al pelinegro, quien también compartió miradas.