*contiene escenas explicitas, leerlo bajo su responsabilidad*
Esos besos subieron de intensidad, llegando a la recamara desvistiendo poco a poco Claudia, besándola de forma apasionada y posesiva esas dos personas; en ese momento no solo quedó desnudo el cuerpo sino también el alma, esos atuendos regados en el suelo.
-Claudia amor, estas segura de lo que quieres hacer en este momento - decía su esposo, tomándola levemente de la cintura mientras Xóchitl levantaba esas sábanas - amor no es a fuerzas
-tiene razón Jesús respecto a eso, la sorpresa era para festejar que estamos juntos - decía Xóchitl tocando levemente su hombro, a lo que Claudia solo sonrió - que pasa amor mío
-son muy gentiles, me cuidan y me aman demasiado - sonreía Claudia al sentir los cuerpos de ambas personas cerca del suyo - es justo que demos ese paso, estoy lista
Claudia los condujo a la cama, dejándose guiar por esa dos personas, Jesús estaba nervioso, ver a su mujer entregándose de esa forma tan pura y sagrada a ellos, mientras Xóchitl disfrutaba ver a su amada tan sensual e inocente, los tres sabían que los años ya habían pasado sobre sus cuerpos, lo cual en un momento Sheinbaum intentó cubrirse con la sábana, lo que ambos impidieron hacerlo, comenzando a besar de forma pausada y lenta, desde sus piernas subiendo lentamente
-sabes que eres una diosa - decía su esposo de forma amorosa y sensual, delineando con su lengua el vientre la morenista - esta noche te elevaremos a tu lugar sagrado
-en algo tiene razón Jesús, mi amada doncella - decía Xóchitl subiendo a sus pechos para lamerlos y chuparlos de forma lenta - esta noche serás nuestra como nosotros tuyos solamente.
Claudia no sabía cómo reaccionar por esas palabras dulces y las sensaciones que tenía en la piel, era un fuego cálido y abrasador; ver a esas dos personas amándola de una forma única y sagrada; enfocándose en su placer y cumplir sus caprichos, se sentía tocar el paraíso gracias a ellos dos.
Ese trio de amantes se conocía previamente, sabia el calor que guardaba cada uno de ellos que eran distintos y opuestos; Jesús era calidez, armonía como el fuego de una chimenea que calentaba una casa de forma suave y constante, un fuego amigable que calentaba hasta el alma más noble, en cambio Xóchitl era una hoguera donde podría destruir cualquier cosa que cayera en su interior pero de un calor que trasmite paz y calma a todos que la rodean, ilumina a la distancia y apapacha a quien lo necesita.
Pero juntas se crea una llama divina, aquella que purifica el alma, daña al malvado, derrite al invierno para traer a la primavera y sobretodo que hace renacer el alma destruida, sentir ambos amándola de forma tan entregada, Sheinbaum se sentía tocar el cosmos de forma tan palpable, trasmutar su alma para volverse una estrella que cursa el manto nocturno gracias a ellos dos; Claudia no sabía cómo corresponder ese placer, en el cual navegaba como carabela en el océano abierto, en un mar apacible y violento a la vez.
Para ese par, ver a su amada tan perdida en ese placer fue algo satisfactorio, escuchar esos sonidos tan sensuales, ese sonido tan primitivo... la primera forma de lenguaje gritos, gemidos era algo que tanto a ese sinaloense junto a la hidalguense daba una señal positiva de hacer adecuadamente su trabajo; después de esa primera faena; dejo que Xóchitl fuera la primera en estar de forma individual con Claudia; saliendo de la cama el caballero.
Xóchitl fue delicada con Claudia, acariciando palmo a palmo el cuerpo de su amada; probando cada centímetro de ella, la ex jefa de gobierno correspondía esas caricias de forma tierna y apasionada, su cuerpo le fue indicando a la panista como tenía que proseguir, esos gemidos se hicieron audibles, siendo de lo más sutiles hasta volverse tan animales al igual que las caricias, esas palabras de amor y promesas dulces rodeaban a ellas dos; moviéndose de diversas posturas causando un extremo placer a ambas mujeres, en las cuales la mayoría Xóchitl llevaba el mando del movimiento y siendo Claudia quien se sometía ante esa mujer que cuando la conoció no sabía que sería la mujer que más amaría en la vida, que era capaz de sacrificase porque ella estuviera bien, culminando en un orgasmo que recorrió el interior de cada una de ellas, sintiendo una unión más allá del físico que las dejo exhaustas , haciendo que Claudia temblara de placer, siendo consentida por su amada; a lo que Jesús espero que recuperan ambas mujeres el aliento.
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Edén
FanfictionEl paraíso le llaman al Edén... Tres personas involucradas entre sí, dos amando a una persona y ese tercero correspondiendo su amor de una manera no convencional Todo lo que se escribe aquí es ficción, nada que ver con la realidad. Es fanfic polític...