Despues de escapar del inframundo y volver a la superficie todo se sentia tan apagado, como si mi cuerpo estubiera presente en la tierra pero mi mente siguiera atrapada en la prisión infinita de carne y hueso.
No estube mucho tiempo, no entiendo como me dejo tan mal, los minutos se sentian como horas eternas que parecian no tener final que me nublaban de cualquier pizca de ezperanza que estubiera en mi.
Que todo lo que escuchara fuera dolor y llantos por todo mi alrededor manchando mi conciensia y sin poder hacerme recordar en lo que importaba, tener fé.
Me sentia tan cansada, tan inutil, tan deztrosada de la realidad que estaba viendo, me sentia mal, se supone que debo de ser una Diosa y sin embargo soy incapaz de salvar a los que estan atorados aqui abajo y sufren de verdad.
Yo soy espectadora en este lugar, mirando todo lo que pasaba en cada segundo de este atroz lugar.
Pecadores e inocentes se encontraban aqui por razónes injustas o merecidas pero la realidad es que nadie merece esto.
El castigo de robar la vida creo es más que suficiente no entiendo porque deben de sufrir más y por igual todos.
Un asesino comparado con un ladron, no es justo, el ladron merece un castigo diferente al asesino aunque ambos tubieran la misma mentalidad de causar el mal.
Este lugar es inhumano, estaba alrededor de hambruna, alrededor de locura, alrededor de muerte pero jamas estube alrededor de piedad.
Personas arodillandose rezando porque algún Dios o ser poderoso escuchara tales plegarias y se compadeciera de ellos.
Jamás escuchaban, ya que ellos construyeron y diseñaron el tartaro como un laberinto al cual siempre volvias a donde te perdiste.
No tenia salida alguna, cualquier cosa que entrara lo más probable es que jamas veria la salida de nuevo.
Pero aqui estoy, parada entre rocas, tierra y polvo en vez de la carne y el olor repugnante que emitia.
Sentia aire fresco llegar a mis pulmones en vez de ese fétido olor a carne podrida combinada con ese nauseabundo olor de muerte.
Podia ver luz, el cielo, las colinas, nubes y agua en vez de el castigo que los humanos debian de pagar ahi abajo, en ese laberitno donde siempre pierden y no hay salida alguna, donde seran olvidados en las pilas y montañas de interminables cadaveres.
Me sentia perdida, como un naufrago regresando a tierra despues de perderse en la marea.
Seguia cubierta de la sangre de personas que jamas conoci y jamas sabre quienes fueron, la sangre me pesaba.
No se en que momento Zeus atacó a Hades y empezaron una pelea que marcaria de nuevo la historia.
Yo solo me sente en el piso, tocando el suelo solido, y poco despues me recoste, me sentia cansada, no queria pelear.
Sentir la brisa era conmovedor, jamas lo habia pensado, no le tomaba importnacia ya que era algo normal pero ahora creo mi perspectiba cambio de forma muy radical respecto a muchas cosas.
No se que estaba pasando a mi alrededor, estaba perdida en mi propio mundo, solo queria un poco de paz.
Mi cuerpo se regenero despues de escapar del Tartaro mis manos rotas, inservibles, desgastadas y sin algunos cachos de piel que habia perdido al ecapar del Tartaro se curaron.
Pero aún podia ver las manchas rojas, mi mente ya no esta sana, mis manos estan limpias pero aún veo la sangre, el sufrimiento.
No estoy sana.

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La hija de Zeus
Science FictionRuby Rose era una chica promedio, nada destacable hasta que su mamá la manda a un campamento con su hermana Yang Xiao Long donde se daria cuenta que los Dioses aún existen y ella tal vez no seria del todo promedio.