III.

2 0 0
                                    

No sabía qué hacer; temía que los chicos se enojaran conmigo, ya que Gunwook no es de su agrado.

Busqué el número de Hao y le marqué, solo esperaba que no se molestara conmigo.

—¿Hina? —lo escuché decir al otro lado del teléfono.

—Hao, sí. ¡Hola! —respondí.

—Oh, ¿qué pasó?

Estaba nerviosa y lo pensé dos veces. No creo que Wook se enoje si no voy con él, ¿cierto?

—Solo quería saber si puedes venir por mí. Es que no tengo cómo llegar y tampoco sé dónde es.

—Oh, estoy esperando a que Taerae se cambie, pero puedo decirle a Hanbin-hyung.

—¡No! Es decir... no quiero causar molestias.

—No serás una molestia. Le mandaré un mensaje para que vaya por ti a las 8, ¿está bien?

—Huh, supongo. Gracias, Hao. Nos vemos en un rato.

Me arreglé sin nada extravagante: un vestido que dejaba los hombros descubiertos y era liso. Mi maquillaje era sencillo, solo delineado y un poco de tinta en los labios. Ondulé mi cabello y lo dejé suelto.

7:58

Estaba ansiosa esperando a Hanbin; me ponía un poco nerviosa por su comportamiento del miércoles pasado.

¡Toc, toc!

Me obligué a calmarme para que mis nervios no me traicionaran. Abrí la puerta y casi se me cae la mandíbula al suelo. Se veía demasiado guapo.

—Hola, Hina. ¿Estás lista?

—Hola, Hanbin-ssi, por supuesto que sí. ¿Nos vamos?

Nos dirigimos a su coche. Creo que soy la única que no maneja... ni su vida.

—¿Estás nerviosa? —habló él por primera vez en el camino hacia la casa de Keita.

—¿Se nota? —contesté, mirándolo.

—Un poco, pero no hay por qué estar nerviosa. Estarás con nosotros, y si alguien te hace algo, solo nos dices, ¿está bien?

—Sí, gracias —no dije nada más porque ya habíamos llegado. Se escuchaba la música en la casa. Bueno, creo que más que casa era una mansión; era enorme.

Sentí que Hanbin tomó mi mano y no me negué. Nos adentramos en la mansión, y a mi alrededor había gente besándose, bailando, bebiendo y haciendo otras cosas más.

Vi a los chicos a lo lejos, así que solté la mano de Hanbin y me acerqué a ellos.

—¡Hinaaa, me alegra que estés aquí! —dijo Hao, demasiado alegre; supuse que ya estaba tomando algo.

—Yo también me alegro, Hao.

Me invitaron a tomar algo llamado vodka. Al principio no me gustó el sabor, pero después me acostumbré. Hao y Taerae estaban bailando, mientras Hanbin y Yujin estaban en la cocina, así que quedamos Gyuvin y yo juntos.

Estaba distraída, y de repente, Gunwook estaba con nosotros. Vestía una chaqueta negra, al igual que su camiseta, y unos jeans. Me puse más nerviosa de lo que ya estaba, ya que se suponía que iba a ir con él.

—¿Así me pagas, querida Hina? —habló, y solo lo miré.

—Perdóname, ya había quedado de venir con los chicos y no quería quedarles mal.

—Está bien, pero ven conmigo al menos 15 minutos, ¿bien?

Gyuvin literalmente se quedó tieso, y sin chistar, seguí a Gunwook al patio. Nos sentamos en una de las sillas que estaban ahí y sacó un cigarro.

—¿Te molesta el olor? —negué con la cabeza.

No fui consciente al ponerme el vestido sin un abrigo; adentro se sentía el calor, pero aquí hacía mucho frío. Estaba distraída cuando sentí algo sobre mis hombros: era su chaqueta.

—Oh, no —traté de devolvérsela, pero él negó.

—Vamos, te estás congelando y yo no tengo frío.

—Gracias, Gunwook.

—Puedes decirme Wook. Gunwook suena muy formal, ¿no crees?

Asentí y supuse que ya habían pasado los 15 minutos, así que le dije que tenía que regresar. Entramos, él se fue por su lado y yo busqué a los chicos hasta que los encontré.

—¿Dónde estabas? Pensé que te habían robado, Hina. No vuelvas a desaparecerte así.

Hao parecía una madre protectora. Le dije que había salido a tomar aire, pero preguntó por la chaqueta y le dije que alguien me la prestó. Miré a Gyuvin con ojos de "no digas nada, por favor".

—Ven, Hina, vamos a jugar —mi mano fue tomada por Hanbin y me llevó a una mesa con el famoso Keita.

Conocía el juego, ¿quién no? Así que empezó Keita, que estaba acompañado de un chico llamado Haruto.

Después de dos rondas, estaba algo mareada, pero teníamos que ganarle a Keita.

—¡Amiga Hina, eres malísima en esto! —gritó Haruto mientras se reía. A este punto, creo que todos estábamos algo alcoholizados.

—¡Claro que no, mira! —dije, y apunté la pelota al último vaso que les quedaba. Suspiré y la lancé; para mi fortuna, cayó en el vaso.

—¡Esooo! —gritamos Hanbin y yo, y lo abracé. Al parecer, el alcohol ya me estaba afectando. Nos miramos fijamente, y Hanbin se fue acercando a mi rostro... ¿no iba a besarme, o sí?

Y, de pronto, sentí sus labios contra los míos. Al principio solo fue un piquito, pero después le di paso a que su lengua jugara con la mía. Ambos sabíamos a alcohol, así que no fue desagradable. Nos separamos y escuché el alboroto a mi alrededor.

•••

Sábado en la mañana

Me dolía horrible la cabeza, y pequeños flashbacks de la fiesta llegaron a mí.

Dios mío, estaba tan avergonzada que no sabía qué hacer... ¿con qué cara vería a Hanbin ahora?



HELLLOOOOOOU, DIJE QUE SERIA ACTIVA PERO NO ME IMAGINE QUE TANTO JQKSJKAKA.

Rspero les guste el capítulo, muak.
Los quieropoooo.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: 2 days ago ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

our destiny was to be together [Park Gunwook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora