𝒯ℴ𝓇𝓂ℯ𝓃𝓉ℴ / ˢᵖʳᵉᵉⁿᵗᵉʳ

02!

Capitulo 1:Resonancias Silenciosas
ᶜʳᵉᵃᵗᵒʳ ° ᶜⁱᵈ ᴷ ᴹ

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Sangre corriendo cuesta abajo era lo único que podían ver los compañeros en aquellas esponjosas orejas de oso. La escena era preocupante; Conter estaba inmóvil, y los demás sabían que aquello iba a causar algunos problemas.

—Claro, se nos olvido que Spreen cuenta con ese pequeño detalle —vaciló Farfa antes de sacar un trozo de tela de su mochila.

—¿Qué mierda vamos a hacer si Conter está casi muerto? —habló Cris, agotado.

—No lo sé... ¿Alguien tiene algo de agua o pociones de curación? —retomó Farfa mientras merodeaba entre sus compañeros.

—Yo nunca cargo con eso —respondió Amilcar con algo de pena—. ¿Conter no traerá algo en la mochila que trajo? —preguntó mientras se dirigía hacia la mochila.

—Revisa, quizá vino más preparado que todos nosotros —sugirió Farfa, medio en broma, medio en serio.

—Jajaja, amigo, ¿qué mierda es esto? —se rió Amilcar, todavía más fuerte al ver las caras confusas de sus compañeros—. Al parecer, nadie más sabía qué había en esa mochila —comentó, sacando un paquete de algodón empapado en un líquido especial para situaciones de emergencia, fabricado personalmente por el albino—. Conter estaba más que preparado. Toma, Spreen —dijo, ofreciéndole los algodones—. Parece que también trajo tapones para los oídos, jaja.

Farfa suspiró, alzando una ceja con una sonrisa burlona. —Y pensar que ayer se fue a dormir a otra casa porque estaba molesto contigo —dijo, con diversión, observando cómo el rostro de Spreen se tornaba rojo.

—¿Te ayudamos? —preguntó Farfa, suavizando un poco el tono.

—No —respondió secamente Spreen, mientras su rostro hervía por el intenso calor que recorrió su cuerpo, alejándose del lugar—. Voy a... a curarme.

Spreen no podía creer que Conter hubiera preferido llevar cosas para cuidar sus oídos sensibles en lugar de priorizar su propia vida. Rodeados por un pelaje esponjoso, aquellos tapones de oído representaban una muestra más de su "debilidad". Por esta aparente falta de previsión, Conter había salido gravemente herido hasta el punto de desmayarse. "Idiota" fue lo único cariñoso que pudo pensar antes de escuchar un grito espontáneo.

—¡Eh! ¡Conter trajo más pociones de curación! —gritó Shadoune, alzando la voz para que todos pudieran oírlo.

Spreen, aún a la distancia, escuchó esas palabras y, sin perder tiempo, se aplicó el medicamento que Conter había preparado para él. Mientras corría, se colocó los tapones de oído que, para su sorpresa, también habían sido traídos por el albino. Agarró rápidamente algunas de las pociones de la mochila verde, consciente de que tenía que usarlas para salvar al dueño de esas mismas pociones.

Al llegar junto a Conter, sus manos temblaban, y la rabia interna que había sentido antes se desvaneció en un instante. Spreen aplicó la poción con desesperación, mientras murmuraba para sí mismo, con un leve temblor en la voz:

—No te mueras, imbécil... —murmuró Spreen, con los labios apretados, mientras se preparaba para aplicar más pociones—. Aún te necesito para tapar estos malditos ruidos.

Los demás miraban en silencio, esperando que las pociones surtieran efecto. Goncho, quien era uno de los mas preocupados y al borde de llorar, ahora observaba con seriedad.

—No es justo —dijo finalmente, rompiendo el silencio—. Conter siempre está protegiendo a todos, y ahora está al borde de la muerte por nuestra culpa.