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Charlie estaba en la sala, absorto frente al televisor, aunque su mente vagaba lejos de lo que pasaba en la pantalla. Pensaba en sus hijas, Bella y Lilith, y no podía ignorar la tensión que había surgido entre ellas desde que Edward se fue. 


Bella, en particular, siempre que podía, recordaba a Lilith que Edward le había dado una explicación a ella antes de irse, mientras que Lilith apenas recibió una carta llena de disculpas vacías. Para Charlie, el recuerdo de aquella escena entre las dos hermanas era un recordatorio doloroso. Bella incluso había llegado a golpear a Lilith en uno de sus arrebatos de celos y frustración, pero lo que más sorprendió a Charlie fue que Lilith, quien normalmente no dejaría pasar algo así, no le devolvió el golpe ni le respondió.

Sumido en estos pensamientos, se sobresaltó al escuchar el timbre. Al abrir la puerta, se encontró con dos jóvenes que le sonrieron amigablemente. La chica tenía una cabellera roja y rizada que le llegaba hasta la cintura , mientras que el chico era alto, de cabello oscuro y expresión tranquila. Charlie los reconoció al instante; eran Liam y Renata, los amigos de Lilith, a quienes él mismo había visto en varias fotografías en la habitación de su hija.


── Buenas tardes, señor Swan ── saludó Renata, con una sonrisa juguetona en los labios mientras le lanzaba una mirada que dejó a Charlie un poco incómodo.


── Buenas tardes ── respondió él, carraspeando para ocultar su sorpresa.Liam rodó los ojos al notar la actitud de su amiga y fue directo al punto.


── Disculpe, señor Swan. Sabemos que Lilith ha estado pasando por un mal momento, y queríamos invitarla a una pijamada en mi casa. Pensamos que le haría bien pasar tiempo con nosotros para levantarle el ánimo.


Charlie estudió a los dos jóvenes por un instante y, aunque sentía cierta inquietud, pudo ver las buenas intenciones en sus miradas. Además, conocía bien la tristeza de Lilith en esos días. Finalmente, asintió y les permitió subir a la habitación de Lilith.


Mientras Renata subía las escaleras, miró de reojo a Charlie y le lanzó un guiño coquetón que lo dejó completamente desconcertado. Sintió el rostro caldearse y se limitó a una sonrisa incómoda, preguntándose si había imaginado el gesto. Cuando llegaron al final del pasillo, Liam empujó suavemente la puerta de la habitación de Lilith, y ambos amigos entraron.


Lilith, quien estaba sentada en su cama con una expresión de melancolía, levantó la vista y sus ojos se iluminaron al verlos. Sin pensarlo, se puso de pie y se lanzó a los brazos de ambos, soltando una risa cargada de nostalgia.


── ¡Liam! ¡Renata! No tienen idea de cuánto los he extrañado ── dijo Lilith, con la voz quebrada mientras los abrazaba con fuerza.


── Nos dimos cuenta ── bromeó Liam, sonriendo mientras le daba unas palmaditas en la espalda. ── Pero ahora que estamos aquí, tienes que animarte. ¿Quién es la chica más fuerte del mundo ? ¡Esa eres tú!


── ¡Exacto! ── agregó Renata, sosteniéndola de los hombros y mirándola con una expresión de determinación. ── No vamos a permitir que sigas así por culpa de... ¿Cómo decirlo sin que suene grosero?


── Un tonto que no supo apreciarte ── completó Liam, cruzando los brazos con una sonrisa de complicidad.

ᴛʜᴇ Qᴜᴇᴇɴ  - 𝐄𝐃𝐖𝐀𝐑𝐃 𝐂𝐔𝐋𝐋𝐄𝐍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora