Percy Jackson siempre había sido diferente, pero a los catorce años, su vida dio un giro inesperado. Una noche, mientras caminaba por las calles oscuras de Nueva York, una extraña sustancia negra se deslizó sigilosamente hacia él, envolviendo su cue...
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Percy se despertó sobresaltado al escuchar el grito de Venom. Estaba literalmente durmiendo plácidamente cuando el grito resonó en sus oídos.
—¡Despierta! ¡Arriba! ¡Es hora de despertar! ¡TENGOOO HAMBRE! ¡ALIMÉNTAME! —rugió Venom.
Percy, con los ojos aún pegados por el sueño, intentó procesar lo que estaba pasando. Miró alrededor de la cabaña de Hermes, aún no acostumbrado al bullicio constante del campamento. ¿Cómo iba a explicarles a sus nuevos compañeros de cabaña que tenía una simbiosis con un alienígena hambriento?
—Venom, ¿puedes dejarme dormir cinco minutos más? —murmuró Percy, frotándose los ojos.
—Cinco minutos es mucho tiempo para mi estómago vacío —protestó Venom—. ¡Dame algo de comer ahora!
Percy se levantó tambaleándose y tropezó con una mochila. Luke, que estaba en la litera de arriba, miró hacia abajo con curiosidad.
—¿Qué pasa, Percy? —preguntó Luke, tratando de no reírse al ver a Percy tan desorientado.
—¡Hambre matutina! ¡Necesito una pizza gigante, con extra de todo! —gritó Venom en la mente de Percy, haciendo eco en su cabeza.
—Sí, claro, una pizza gigante a las siete de la mañana, justo lo que necesito para parecer más raro de lo que ya me veo —respondió Percy en voz baja, intentando mantener la calma.
Percy buscó algo en su mochila algo de comer. Encontró una barra de granola y un plátano, lo que hizo suspirar a Venom con resignación.
—Esto tendrá que servir por ahora —dijo Percy, mientras mordía la barra de granola.
—No es una pizza, pero acepto la oferta —respondió Venom, un poco menos gruñón.
Percy se sentó en la cama , finalmente consciente de las miradas curiosas de los demás campistas de Hermes. No estaba seguro de cómo iba a encajar en el campamento con su compañero alienígena siempre hambriento, pero al menos podría intentarlo.
Luke bajó de la litera y se sentó frente a él, sonriendo.
—La hora de la comida es pronto...—dijo Luke con un guiño retirándose de la cabaña percy supuso que cosas de lider
Percy sonrió débilmente, . Entre monstruos, dioses y ahora un alienígena hambriento en su mente, el campamento ciertamente iba a ser una experiencia inolvidable.
—Tengo hambre, Percy... vamos por algo de comer ahora! —Venom rugió en su mente.
Percy gimió, ya sintiendo el hambre de Venom como si fuera su propia necesidad insaciable. Se paró con mala cara y agarró un pantalón y la camisa del campamento, dirigiéndose al baño para cambiarse.