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—A ver, señor, permítame aclarar. No sé si lo he entendido bien, ¿Usted me está pidiendo que secuestre a su propio hijo, quien padece de problemas mentales, y cree que esta acción lo ayude a dejar de ser un loco?

—Escucha... Kim Taehyung necesita ayuda. No está bien; Sus problemas mentales son graves. Si lo llevas lejos de aquí, quizás pueda encontrar la paz que necesita. Estoy seguro de que esto es lo mejor para él.

—¿Quién necesita enemigos cuando cuentan con un padre como usted?—. Susurró. —Señor, estamos hablando de su propio hijo; ¿Cómo puede pedirme algo así?

—Sé que es mi hijo y daría mi vida por él, pero entiende que no tengo otra opción. Su comportamiento es errático y peligroso.

—Usted está completamente equivocado si cree que aceptaré su propuesta. No puedo hacerlo, ¿Qué se supone que haré yo con un maldito loco?—. Sopló, su voz cargada de frustración. —Apenas puedo lidiar con mis propios demonios, y ahora quiere que secuestre a otro que también está demente, ¿De verdad espera que asuma esa carga?

—Piensa en el dinero que ganarías. Además... si no haces esto, podría haber consecuencias graves para ambos. No solo para él; También para ti.

—Acaso... ¿Me está amenazando?

—Un sicario es un profesional, ¿No es cierto?, cuando se le encomienda una tarea, la ejecuta sin vacilaciones. No hay lugar para sentimentalismos en este ámbito. Tienes la habilidad y la sangre fría que se necesita para llevar a cabo este trabajo. No es tan... difícil.

Si bien había cometido actos aún más terribles en su vida por dinero, pero secuestrar al hijo de un mafioso era una transgresión que jamás había imaginado hacer.

El dilema moral lo atormentaba.

—Acepta la realidad; Estás tan atrapado como yo, sin ninguna opción viable. Además... imagina el inmenso poder que podrías acumular al completar esta misión.

—¿Qué quiere decir con eso?

Kim Ho, el hombre mayor, sostenía la mirada del pelinegro con un brillo en sus ojos, una intensidad casi palpable que parecía electrificar el aire entre ellos.

—Si todo sale según lo planeado, prometo no solo recompensarte con dinero. Te convertiré en mi mano derecha, mi lugarteniente; Todos te respetarán y temerán, ya no vivirás con miedo. Así que dime... ¿Lo aceptas de una vez, Jeon Jungkook?

El joven lo miró fijamente, sintiendo el peso de la decisión. Si aceptaba, podría finalmente convertirse en la persona que siempre había deseado ser; Dejaría de ser ese idiota sicario que solo trabajaba por dinero y vivía bajo la constante amenaza de otros. Sin embargo, la elección no era sencilla. La incertidumbre lo envolvía; ¿Y si todo salía mal?

—Señor, yo...

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⏰ Última actualización: 3 days ago ⏰

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