La Propuesta Del Mafioso #1 Sangre Y Amor

09

Simón:

Baje la mirada.

Pobre niña de mamá.

-¿Qué tal si salimos un rato?-propuse, rompiendo el silencio.

-¿A dónde quieres ir?

-mm...vamos al centro comercial.

Ella rio y me levanté, tomando su mano para que también se levantará.

-me gusta la idea.

Caminamos a la salida, sin soltar nuestras manos, sintiendo la piel de cada uno.

Su piel es muy delicada....blanca, y suave....como se sentirá tocar más....¡Simón!.

-¿Estás bien?-Rohus me miró, con una ceja levantada-¿Tienes fiebre?.

Me puse un poco nervioso y mire a otro lado

-estoy bien.

Al salir había un Ferrari blanco, con un hombre al lado de las puertas abiertas, la del piloto y copiloto.

-¿Quieres manejar?- pregunto

-¿Quieres que maneje?

-¿Quieres o no?

-claro, suba, señorita.

Ella sonrió y le tome de la mano para que subiera, después me di la vuelta y subí al volante.

Prendí el auto y salimos de el enorme terreno Hount.

-¿Te gustan los autos deportivos?- pregunté, intentando sacar tema de conversación.

-pues...nunca he manejado uno, pero el diseño me agrada.

-¿No tienes?

-claro, mi padre tiene toda una colección de todos los colores que conozco, a él le encantan, pero...no soy fan de manejar, prefiero las motos.

-interesante, con que motos eh

Ella rio y asintio, nos quedamos callados hasta llegar al centro comercial, cuando llegamos, yo bajé primero y fui a abrirle la puerta, tomando su mano para que bajará.

Ella sonrió y se quedó con esa sonrisa de niña hasta llegar a...no sé, ¿Una tienda?

Es un centro comercial....claro que debe haber tiendas idiota.

El punto esque fue hacia un área que decía Victoria Secret o algo así y Rohus empezó a ver...¿Pijamas y trajes de baño?.

Creo que me arrepentí.

-tu idea de primera cita es gastar todo tu dinero en mi, que interesante Simón Leggio-dijo Rohus con una sonrisa ahora un poco pícara.

-pues si, ¿Crees encontrar una primera cita mejor?

-depende

-¿De que?

-de cuánto gastes en mi.

-eso será lo de menos, al salir sabrás que está es y será tu mejor primera cita.

Que cita mas estúpida, la cague a la primera.

Me reproche internamente, gire a verla, yo creo que era la cita más tonta, pero al parecer ella no le tomo importancia.

O tal vez no quiere quedar mal.

55,000 dólares.

Ese era el precio que salió en la dicha Victoria Secret, después, cada que entrabamos y salíamos de una tienda, aumentaba el precio.

Eso no me preocupaba.

No me importa quedar pobre, lo que es imposible, si el intercambio es verla sonreír.

Rei bajo y me puse a reflexionar inmediatamente acerca de lo que mi mente dijo.

Que cosas dices, estás idiota, no te quedarás pobre por una chica.
No...claro que no...el dinero es lo único bueno en esta vida.

Regresamos a su mansión ya de noche, ella con su teléfono y un batido de chocolate en las manos, yo con una pequeña bolsa de un perfume y tres guardias atrás de nosotros, los tres con bolsas en las manos, una imagen un poco cómica.

¿Por qué estoy con esto en la mano?

Yo dejé la pequeña bolsa en la mesa de la sala principal y los guardias dejaron todas las bolsas al lado de la mesa y se retiraron otra vez a su puesto.

Mierda...es la primera vez que voy al centro comercial mas de una hora.
¿Valió la pena?
No
Si
NO
SI

Suspire y mire mi teléfono, toda la tarde no lo he usado y lo primero que ví fue más de 10 llamadas de Kate, rodee los ojos frustrado, al ver a mi asistente tan insistente con controlarme y volví a llamar.

-¿Qué pasa Kate?

-Simón- contesto por el teléfono, no la veía, pero sabía que estaba sonriendo- lo estuve llamando todo el día.

-¿Que pasa?- volví a preguntar

-bueno...pues...me dijeron que salió temprano de la mansión y me entró curiosidad saber dónde estaba.

-estoy bien, solo estoy algo ocupado- note que Rohus estaba entrando a la sala, con pasos lentos ya que ella también estaba en su teléfono- me tengo que ir- corte la llamada y me levanté del sofá.

-tu padre ya se retiro- me informó

-bien, yo también ya me tengo que ir.

Ella se quedó callada y después sonrió.

-claro, te acompaño hasta la salida.

Salimos en silencio y en la puerta nos despedimos, nada formal, subí al auto que mando mi padre y regrese a mi mansión, mirando las fotos en mi teléfono, las fotos que le había tomado a Rohus cuando ella estaba distraída.

Es creída...pero una creída diferente.