- ¡¿Entonces para que eres útil?!-. Sin ningúna gota de paciencia estalló Minho a gritos.
A pesar de estar en el suelo, sintiéndose humillado no respondió y fue entonces que recordó lo que alguna vez sus padres le dijeron. Minho ya harto de esperar...
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Tres días habían pasado desde aquel percance en el colegio, Hyunjin había sido suspendido durante una semana debido al accidente ocurrido. Sus padres lo habían castigado, no tenía donde dibujar, sus lienzos, tablet, celular y pinturas e inclusive su cuaderno que siempre cargaba estaba bajo llave. Sonaba realmente absurdo pero para él no lo era.
Estaba muy aburrido sobre su cama jugando con ese peluche que su padre Omega le había regalado, se levantó de su cama acomodando su vestimenta blanca que traía, ordenó su colcha y sin preocuparse de nada más. Bajó despacio descalzo viendo al rededor sabía que su padre Omega andaba por ahí pues era su día libre. Se asomó por el salón de baile entrando despacio intentando no hacer ruido.
Suspiro tranquilo al ya estar adentro del salón, se detuvo al ver su reflejo en uno de los espejos su cabello espojando se concentro intentando en acomodarlo sin éxito, pero no notó la otra presencia que había atrás de él.
- Ya te e dicho que no te hagas así tú cabello, cielo-. Atrás de Hyunjin habló una voz que hizo que temblará mientras sentía unas manos por su cabello vio él reflejó de Jimin tras el peinando su cabello hasta que estuvo satisfecho.- Muy bien ahora habla-.
- Y-Yo estaba buscándote y como no te encontraba decidí entrar para ver si estabas aquí, y-y me detuve al ver mi cabello en el reflejo-. Dijo nervioso pues cuando volteo vio a su padre posar sus manos en su cintura esperando una explicación lógica.
- Tú y yo sabemos, cachorro, que no estabas buscándome para nada. Si no que querías husmear por aquí, cuando ambos sabemos que tú padre te lo prohibió estrictamente-. Jimin observó a su cachorro como el lo llamaba agachar su mirada triste acción que le dolió al Omega por lo que quiso solucionarlo.- Pero podemos hacer algo.-
Hyunjin alzó su mirada brillante por la lágrimas que se acumularon en sus ojos pero que no pudieron salir al oír la voz de su padre. Jimin se acercó por instinto limpiando algunas que se le habían escapado, abrazándolo.
- Tú padre llegará en aproximadamente dos horas, durante ese tiempo puedes hacer lo que quieras aquí adentró, pero después debes darte una ducha-. Planeó, viendo a su preciado bebé asentir varias veces.- Bien, si vas a bailar empieza a calentar, rápido-.
Acomodó su vestimenta que al igual que Hyunjin esta era blanca. Volteó viendo cómo su cachorro calentaba tal como le había enseñado. Sabia que su cachorro ya no prácticamente constantemente como antes, por lo cual ahora que calentaba le fallaba un poco su postura. Se acercó a ayudarlo.
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