NIÑA BONITA | JAMES RODRÍGUEZ

Se me da o no?

Marina

—Ese es papi?— Pregunto samu viendo la pared también y yo le sonreí 

—  Si campeón, soy yo — le respondió james empezando a chismosear cada cosa que tenia en mi cuarto, el espejo grande, mi peluche de oso gigante, mi almohada en forma de flor, mi closet lleno de zapatos deportivos y dos pares de tacones, mi escritorio lleno de bocetos —Este está melo — dijo tomando uno, era un vestido verde con un diseño de serpiente medio feo, no salio como yo quería

— Corazón, con razón te vistes así, ese es el peor de todos esos bocetos y vienes a decir que está melo— me reí y el me miro serio, mi papá nos llamó y los tres nos dirigimos al comedor donde ya estaban servidos los platos de pasta, mi papá se sentó en la punta de la mesa,  James a su lado y  yo al lado de james con samu en mis piernas y mi padrino al lado de mi papá, empezamos a comer y yo le eche un montón de queso parmesano a la pasta, es mi debilidad

— A que se dedica usted?— Le pregunto james a mi papá quién lo miraba con un brillo en sus ojos

— Soy arquitecto— le respondió mi papá— Como Tinkerbell, sabías que Marina la odiaba? Decía que era la peor hada de todas — Le contó, mierda ya viene donde le va a contar cosas de mi que ni yo me acuerdo

— Es que si, hasta vidia es mejor que ella— le respondí soplando la comida de Samu quien me estaba acariciando la mano que tenía rodeando su pancita

— Tan poco es tan mala, o sea era fastidiosa pero no es mala — dijo James riendo—  Samu odia a pepa pig — me reí  porque samu al instante lo volteo a mirar

— Yo también sinceramente, ya no hacen comiquitas como brandy y el señor bigotes— dije tomando jugo de guayaba

— Sabes que también odiaba mari?— rodé los ojos, va a seguir con los datos curiosos—  A los niños, porque yo le dije que si se enamoraba de un niño la iba a regalar a la señora que vendía empanadas y le huía a los niños como si tuvieran la peste — James se rio mas que antes y mi papá me miro con burla, me puse roja recordando esa etapa en la que todos se burlaban de mí porque no quería estar ni cerca de los niños — de hecho en una foto esta llorando porque un niño le toco la mano — si estaba roja ahora lo estaba más

— Bueno ya, coma más bien que se le enfría—  mi celular vibro y era un mensaje de mi padrino, había sacado una foto de mi papá mirando a James mientras hablaba y james escuchándolo con atención mientras sonreía y otra foto dónde los dos me están mirando y yo estoy mirando a samu

—Verga, parezco más la pareja de james que tu, ya es mio, suerte bruja — me hice la ofendida escuchando la risa de james

— Ve y quién le dio permiso de robarme al marido? — le cuestione siguiendo con mi indignación

— Don omar—  dijo tranquilo, después de una charla intensa de chalequeo hacia mi, terminamos de comer y nos fuimos a la sala

— El que cocina no lava los platos — dijo mi padrino relajado encendiendo la tele para poner un juego de basket

— El que hace la conversa mientras cocinan tampoco — suspire levantando los platos, siempre me aplican la misma, james me ayudó y una vez en la cocina me puse los guantes para comenzar a lavar los platos, James se saco su reloj y pulseras poniéndolas en el mesón y vino a ayudarme

— Nunca pensé tener a James Rodriguez en mi casa lavando los platos— dije aun sin poder creerlo, me empecé a reír porque de verdad era algo increíble

— Ese amarre que me hiciste estuvo pero potente princesa—  bromeo y yo lo empuje con mi cadera

— Lo que es él poder de la manifestación— le dije sonriendo y el acercó su cara a la mía haciéndome tragar saliva observando sus ojos cafés con un toquecito de verde en ellos