Entre Planos y Sombras
MackenzieEl sonido del teléfono interrumpió el silencio que reinaba en mi oficina. Estaba concentrada revisando los últimos detalles del proyecto arquitectónico más ambicioso de mi carrera, pero la insistencia del timbre me hizo suspirar y tomar la llamada.
—¿Mackenzie? —era la voz de Sophie, y su tono me alertó de inmediato—. Frederick quiere verte en su oficina. Parece importante.
Sentí un leve nudo en el estómago, una sensación que se había vuelto frecuente cada vez que tenía que enfrentar a Frederick desde nuestra última conversación. Habíamos hablado, sí, pero la tensión entre nosotros era palpable. Había mucho sin resolver, muchas emociones que seguían allí, latentes, como un volcán a punto de estallar. No obstante, estaba decidida a no dejar que nuestra complicada relación afectara mi trabajo. Era lo único que me mantenía anclada, lo único que me daba un sentido de propósito en medio del caos.
—Voy en un momento, gracias —respondí, intentando sonar más tranquila de lo que me sentía.
Colgué y me tomé un minuto para recoger mis pensamientos. Mi proyecto, un edificio de diseño vanguardista que había soñado durante años, estaba tomando forma. Era mi oportunidad para demostrar que podía manejar un trabajo de esta magnitud, incluso con todo lo que estaba sucediendo en mi vida personal. No podía permitir que nada ni nadie se interpusiera en mi camino, ni siquiera Frederick.
Al levantarme de mi escritorio, pasé una mano por encima de los planos esparcidos, recordando cómo había soñado con esta oportunidad desde que era una joven arquitecta llena de ambiciones. Este proyecto era mi bebé, casi tanto como el que llevaba dentro de mí, y no iba a permitir que ninguna complicación personal lo echara a perder.
Caminé hacia la oficina de Frederick, cada paso resonando con un eco en mi mente. Cuando llegué, la puerta estaba entreabierta, y al empujarla suavemente, lo vi. Frederick estaba detrás de su escritorio, concentrado en unos documentos, su expresión seria, pero en cuanto levantó la mirada y me vio, su rostro se suavizó ligeramente.
—Mackenzie, gracias por venir —dijo, con ese tono firme que siempre usaba cuando se trataba de trabajo—. Quería hablar contigo sobre el progreso del proyecto.
Asentí, sentándome frente a él. Era un alivio que quisiera centrarse en el trabajo, aunque sabía que no todo podía mantenerse en compartimientos separados. Estaba en su oficina, sí, pero también seguía siendo la madre de su futuro hijo. Ese pensamiento me hizo sentir una punzada en el corazón, una mezcla de orgullo y dolor.
—El proyecto va bien —comencé, desplegando algunos de los planos que había traído conmigo—. Estamos en la fase final del diseño estructural, y los ingenieros ya han comenzado a revisar los cálculos. He tenido algunas ideas nuevas sobre el uso del espacio en el vestíbulo principal, si quieres echarles un vistazo.
Frederick se inclinó hacia adelante, examinando los planos con una mirada crítica. Siempre había admirado su capacidad para analizar un proyecto con ojos de águila, pero hoy sentía su mirada más distante, más fría.
—Parece sólido —dijo después de un rato, señalando algunas áreas que le interesaban—. Me gusta lo que has hecho con el espacio exterior. El diseño del jardín es innovador, pero sigue siendo funcional.
—Gracias —respondí, sintiéndome orgullosa de mi trabajo, aunque una parte de mí seguía esperando alguna reacción más personal de su parte.
La conversación continuó, centrada en los detalles técnicos, y por un momento, todo pareció normal. Pero la normalidad era un espejismo, y pronto se desvaneció cuando oí un ruido proveniente del pasillo. Un par de risas infantiles llenaron el aire, seguidas de un golpeteo rápido de pies. Antes de que pudiera procesar lo que estaba pasando, la puerta de la oficina se abrió de par en par, y los tres hijos de Frederick entraron corriendo.
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Building dreams
Teen FictionFrederick Montgomery es el dueño de las empresas más prestigiosas del mundo, un hombre de carácter implacable y presencia dominante. Arrogante, frío y calculador, siempre ha puesto los negocios por encima de todo, incluso de su familia. Viudo y padr...