Turno Nocturno

Turno nocturno 2

Me informaron que si tomaba el puesto debía ir a trabajar esta misma noche.

—Debes ir a hablar con Gojo Satoru —me dijo el entrevistador —él te dará las instrucciones a seguir para trabajar en la biblioteca.

Tras firmar el contrato salí del lugar.

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Llegué a la biblioteca; desde afuera tenía una fachada antigua pero imponente, olía a libros viejos, algo que no me disgustaba, pero aún así creo que una pequeña restauración por aquí y por allá no estarían mal.

Entre y me dirigí al mostrador de la biblioteca, que era donde estaba el encargado del turno de la mañana. Era bastante alto, de pelo corto blanco, pero su postura mostraba que estaba aburrido.

—Disculpe, usted es Gojo Satoru —pregunte algo nervioso, no era muy bueno socializando y menos iniciando conversaciones, incluso si eran sencillas —Soy Yuta Okkotsu del turno nocturno, me dijeron que debía presentarme contigo, que me darias las instrucciones para mi trabajo.

Gojo levantó la vista, me miró y sonrió con lo que parecía...lastima.

¿Porqué me miraría de esa forma? ¿Tan mal aspecto tenía?

—Oh...tú debes ser el nuevo...tan joven, es una pena.

¿Que quisó decir con eso?

Gojo salió del mostrador y me tendió la mano. Se la estreche y el parecía querer darme una mejor sonrisa, pero parecía que su cara no se lo permitía.

—¿Te informaron algo en recursos humanos joven Yuta?

—Nada, solo del salario y que el resto me lo diría usted.

—Como no —dijo decepcionado —siempre es lo mismo con esos cobardes.

Enserio ¿Que rayos estaba pasando? Mis nervios crecían cada vez más.

—Tu trabajo es sencillo, no vas a trabajar como un bibliotecario en el estricto rigor de la palabra. Tú turno no es para eso.

—¿A qué se refiere?

—Actuaras más como un vigilante por así decirlo.

—¿Que? No me avisaron nada de eso.

—Lo se chico, pero tranquilo, que va a ser algo fácil, creeme cuando te digo que no van a entrar a robar, nadie es tan estúpido.

Otra vez esas palabras, como si el turno nocturno fuera algo terriblemente peligroso.

—Debes seguir algunas instrucciones joven Okkotsu, pero cuando te digo seguirlas, me refiero que debe ser al pie de la letra, seguirlas a la perfección. Además estarás aquí sentado en el mostrador la mayor parte del tiempo y atenderás a las "personas" que lleguen.

Pude notar que hizo una pequeña pausa antes de decir "personas" ¿O fue mi imaginación?

—Tendrás una hoja donde anotaras los libros que entren y salgan, solo debes apuntar el nombre de la persona, el código del libro, fecha y si entra o sale. Cuando yo llegue en la mañana, pasaré la información al ordenador. Cómo ves no es nada complejo. En caso de que alguien te pida cualquier otra cosa que no sea dejar un libro o llevárselo, dile que eso debe hacerlo en el turno de la mañana o tarde, y se irá.

Gojo hablo todo el tiempo con un tono amable, pero algo forzado, como si quisiera decirme algo más.

—Bueno, gracias señor Gojo.

—Aun no he terminado pequeño Okkotsu.

Después de decirme eso con un tono simpático, su sonrisa se borró. Se dirigió al escritorio, saco un sobre, de este saco una hoja y me la entregó.

—Escuchame con atención, en esta hoja están escritas unas reglas que debes seguir al pie de la letra joven Okkotsu, me entiendes, debes cumplirlas a cabalidad durante tu turno. Cuando llegues a casa léelas con atención, antes de que vengas a la noche. ¿Has entendido?

Su mirada azul era intensa, como si quisiera gritarme una advertencia.

¿En que me he metido?

Continuará.....