Construyendo mi historia

Parte 4 - amor

Mar comenzo a hablar con un compañero, Marcelito, lo empezo a conocer y... mejor escuchemos esta historia de la boca de Martina.

Un dia cuando estaba saliendo del colegio hacia mi casa, me llegó un mensaje de un numero desconocido, abri la foto y era Marcelo, un compañero. –la frase "todo comienza con un "hola" es muy cierta"-.

-Holaa

+Holaa

-Vos vas a primero x no?

+Soy tu compañera tarado -.-

-Ahhh ya se quien sos xD

La conversación siguió pero los aburrira si se los cuento, la cosa es que a partir de ese momento, todos los dias hablabamos, el me hacia preguntas y yo se las hacia a el, asi llegamos a conocernos un monton.

Poco a poco lo fui conociendo y me empezo a gustar, el al principio me tiraba onda pero yo no le daba cabida, a la dos semanas mas o menos me di cuenta de que sentia algo por el, no era amistad, era mas que eso, pero era raro porque no podiamos pasar ni una hora sin hablarnos pero en el colegio, en persona, no nos deciamos ni AH, era mucho si por si acaso nos saludabamos, era raro. Sin embargo me gustaba muchisimo, su sonrisa con brackets, la forma en que me hablaba y me trataba, era muy gracioso, nose, me encantaba, creo que no habia sentido nada parecido por alguien.

Mis amigas decian que el era feo, pero para mi era el pibe mas hermoso, no me gustaba su fisico-bueno si- pero lo que mas me gustaba de el era su forma de ser, su forma de ser pero conmigo.

Nos desvelábamos hablando; yo todos los dias me levanto a las 05:30 para ir al colegio; un dia nos quedamos chateando hasta las 03:15 de la madrugada, era dia de semana, al otro dia teniamos clases, pero yo por el hacia todo.

Le escribia muchas cosas, pero nunca se las mandaba, tenia miedo de que el no sintiera nada por mi, me habia dicho que sentia algo pero que tambien le gustaba Paula, una chica que siempre fue su AP pero que nunca le dio bola; asi que me guarde todas esas cosas que escribia.

Cada vez que me hablaba por alguna cosita mis pies de elevaban del suelo, tenia cosquillas en la panza, mis manos temblaban, y aunque suene exagerado era cierto, creo que era amor lo que sentia por el pero nunca llegue a decirselo.