Aquí estamos de vuelta, un idiota y un fragmento de su esquizofrenia dispuestos(obligados en realidad) a estar a la marced de la audiencia, leyendo y opinando con total franqueza de lo que deseen imitando un arquetipo de reality show.
Oh si, nada pu...
—Nunca les ha pasado que están solos, rodeados de la oscuridad de su cuarto pensando en lo frustrante que es todo con exámenes, falta de apoyo en sus proyectos y de repente...—
—Empiezas a tener pensamientos que no sabes de dónde vinieron, crees que has enloquecido y comienzas a dudar de tu sexualidad—
—¡¿Que?! ¡Eso último no!— la primera voz que empezó narrando entonces exclamó con asombro al darse cuenta —esa actitud tan irritante, no puede ¡¡Cons viejo lesbiano, volviste del retiro!!—
—No idiota, no me retire, volviste a caer en la esquizofrenia y tu conciencia me dió vida de nuevo— corrigió con soberbia digna de un sabelotodo —eso y los productores me aumentaron el salario para volver—
—Espera eso solo significa... ¡No! ¡No! ¡No!— Caxul empezó a gritar desesperado —¡Dime qué no volvieron a renovar un programa Sitcom!—
—¿Por qué crees que estamos en un libro si no? Ya estamos al aire—
En ese momento las luces se encendieron revelando la escenografía del show, era lo que parecía un biblioteca con tres pisos y por chocante que fuera con el ambiente había una serena cascada que bajaba desde el piso superior, por encima de la cascada se lograba ver árboles en indicios de un paisaje boscoso más allá de este cuarto.
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—¡Extravagantes hijos de perra! Se ve genial y todo... Pero no debería haber agua tan cerca de libros— Caxul se observo en el reflejo del agua notando su apariencia siendo la de un joven en un esmoquin con el cabello oscuro y ojos escarlatas —Oh yeah baby, me dieron un nuevo diseño de papucho—
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—Parece que fueras soldado en 1939 y no del bando correcto— Cons acuso mientras su voz sonaba a un reproche en todo sentido.
—El bando correcto es objetivo ¡al menos no parezco un marica como tú!— respondió mientras lo apuntaba con un dedo manteniendo una sonrisa burlona.
—Aquí es donde te recuerdo que tú y yo somos la misma persona, así que decirme marica es aceptar tu propia homosexualidad latente— deshizo su acusación de forma inteligente mientras acomodaba sus cabellos blancos de forma sotisficada, su ropa parecía ser la de un elegante príncipe de ojos azules.
