prologo

65 4 0
                                    

23 de junio del 2019

Mis huesos se sentían tan pesados como si hubiese estado por días en el gimnasio sin parar.
Mis ojos estaban en peor situación; no podía siquiera pestañear un poco.
Lo único que parecía funcionar eran mis oídos que parecían estar a la orden del día.

¿Que pasaba conmigo?

Un sonido pitante logro atrapar mi atencion. Era ruidoso y no paraba de sonar.

Lo que parecía ser mi brazo capto el tacto de algo suave y helado; alguien estaba cerca, lo podía sentir pero no lograba hacer reaccionar mi cuerpo.

De pronto, como si escucharan mis suplicas logre abrir los ojos de golpe.

Blanco y solo blanco, solo eso veía además de un brillante foco colgado de lo que parecía ser un techo.

-Doctor, ¡el joven ha despertado al fin! -escuche a alguien decir.

Siempre: El comienzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora