Reflejo

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He visto en sus ojos un oscuro avismo sin fondo.
Un pozo cavado por dudas,
lo suficientemente hondo
para alcanzar las ya no tan puras,
y saladas lágrimas que dibujan en su rostro, mapas de soledad.
Tanta luz a oscuras,
ciertas palabras mudas,
las emociones crudas y vaho en el cristal.
Dame unas alas para no volar, y una cama para no soñar que vuelo. Es una pena carecer de anhelo. Mil y un golpes, no hay consuelo, para tan poca dignidad.

He visto en su sonrisa un candado. Magnificamente blindado, contra balas de felicidad. Firme expresión de soldado, aún sin galones colgados, para su desnuda lealtad.
Se ha quedado sin aliento, y sus ojos en movimiento buscan chispas de complicidad, pero mueren. Las voces jocosas le hieren, y basta un segundo para que un bosque basto y profundo se convierta en el refugio que le aparta de toda realidad.

Me he visto en el espejo y no he visto nada, salvo el brutal movimiento de mi alma encadenada a mi cuerpo.
Sólo porque aún siento, consiento que se me inunde el mirar.
Y me he vuelto mudo, creo que culparé al gran nudo que ya no me deja tragar.
Traté de no pintar sobré el lienzo,
Traté acabar en el comienzo,
Traté de escuchar el silencio,
Y morí por dentro.

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