Capítulo 4: Crecer en la Comarca pt 2

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Tras su primer encuentro con los elfos, la pareja viajó mucho por la Comarca. Incluso acamparon bajo las estrellas en vez de emprender el largo viaje de regreso a casa. Charlaban con todos los que encontraban y la niña al cuidado de Frodo aprendió sindarin, además de westron y hobbitish. De hecho, cuando se enteró de que Gandalf conocía todas las lenguas de hombres, elfos y enanos, decidió aprenderlas también.

En uno de sus viajes a Buckland, en parte para visitar a Merry y Pippin, la pareja se encontró con algunos de los nuevos guardias que vivían en las afueras de la Comarca. Eran hombres altos y serios que causaron inquietud entre muchos de los hobbits, pero no entre Frodo. Dôranna los admiraba e incluso comenzó a imitarlos cuando se encontraron con estos hombres.

Frodo sintió una punzada de tristeza al darse cuenta de que Dôranna necesitaba ver más ejemplos de cómo actuar como ser humano. No tenía amigos porque los hobbits de su edad y sus padres desconfiaban del niño rubio. También envejecía de manera diferente a los hobbits que lo rodeaban y una parte de Frodo sabía que su hijo no tardaría en convertirse en hombre. Dôranna era tratado como un extraño por sus vecinos y Frodo sabía que se sentía solo. Él y sus amigos no podían hacer mucho por el muchacho, pero estaba claro que no era suficiente.

Frodo había escrito a sus primos lejanos de Buckland y les había pedido que organizaran una reunión con algunos de los guardias. Quería discutir la posibilidad de que Dôranna se quedara con ellos un tiempo. A Frodo le entristeció dejar a su hijo con Merry y Pippin para poder ir a la reunión.

Cuando Frodo llegó al lugar de la reunión, lo esperaban tres guardabosques altos y serios. El que estaba a cargo se acercó y saludó a Frodo con una inclinación de cabeza. "Hola. Usted debe de ser maese Bolsón".

"Sí, ¿y con quién tengo el placer de hablar?" Frodo respondió con una inclinación de cabeza.

"Soy Halbarad. Dirijo la Compañía Gris en ausencia de nuestro líder", dijo. Frodo frunció el ceño.

"¿Le ha sucedido algo a su líder? preguntó, sonando realmente preocupado.

Halbarad sonrió y sacudió la cabeza. "No, creo que conoce a Gandalf el Gris, ¿verdad?

Frodo abrió los ojos con sorpresa. "Ah, ¿tu líder es el Dúnedain que viaja con Gandalf?".

"¿Ya estás enterado?" preguntó Halbarad, tensando los hombros.

Frodo esbozó una sonrisa tranquilizadora y extendió las manos, dejando en claro que estaba dispuesto a compartir información. "Sólo me lo han dicho los elfos que salieron de la Tierra Media", explicó. "Sólo me lo dijeron porque yo había preguntado por el paradero y la salud de Gandalf después de dejar claro que nos conocíamos".

Halbarad relajó un poco la postura y asintió. "Ya veo, ¿y cómo les dejaste claro a estos elfos que eres cercano a Gandalf?". Había una prueba en las palabras del montaraz, pero Frodo no se molestó.

Me preguntaron cómo había llegado mi hijo adoptivo a tener un nombre élfico, así que les dije que Gandalf le había puesto ese nombre.

Fue bastante sorprendente cómo las posturas de los tres guardabosques se relajaron por completo. "Debes de ser muy amigo de Gandalf el Gris para que le haya puesto el nombre a tu hijo", dijo Halbarad, y Frodo sonrió.

"Supongo que lo soy, pero lo extraño y espero que esté bien", no pudo evitar decir Frodo, un poco triste.

Todos los guardabosques asintieron. "Por lo que hemos oído, le va bien en su búsqueda del mal", afirmó Halbarad, y Frodo frunció el ceño.

"¿Y busca el mal en este mundo?" preguntó Frodo, sintiéndose un poco nervioso. Tal vez no debería dejar que Dôranna se quedara con ellos.

"Sí, lo hacemos, pero mi grupo tiene su base en la Comarca y los más problemáticos que hemos encontrado últimamente han sido lobos".

Naurto - Un Hobbit poco convencionalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora