Notó calor encima de él y despertó de golpe, su cuerpo estaba inmovilizado y sobre su cabeza solo podía ver una extraña luz.
"Un rito", pensó de inmediato, el recuerdo de cómo aquel que había sido su mejor amigo había sido forzado a regalar su alma a la oscuridad llegó velozmente a su cabeza. Los brujos habían invocado al fuego negro que, con sus lentas flamas, le había quitado el brillo de los ojos y la vitalidad, ¿y todo para qué?, un pequeño periodo de relativa calma para los involucrados.
¿Qué calma podía haber tenido si todavía recordaba la mirada de pavor de Yuta cuando, poco a poco, la vida le era arrebatada? Había pasado mucho tiempo desde eso, seguramente años, pero Johnny lo tenía grabado como una cicatriz en su memoria. Una entre todas las que la vida le había causado.
Apenas podía ver más allá de la gris luz, pero notó dos siluetas a sus costados, quietas como estatuas. Rápidamente distinguió a la derecha la figura del hombre que lo había drogado hacía lo que parecían unos segundos, estaba seguro de que ambos eran hechiceros.
Desesperado, trató de levantarse, pero la extraña fuerza lo mantenía totalmente inmovilizado. Volvió a centrar su mirada en la luz sobre su cabeza y, sin entender lo que pasó después, vio cómo ésta explotaba e iluminaba todo a su alrededor, siendo nuevamente embargado por la oscuridad segundos después; las dos siluetas habían salido disparadas hacia sus costados chocando contra las paredes de lo que, como había podido ver, era una habitación con paredes de piedra diferente a la primera en la que había despertado, en esta no había nada salvo una gran mesa donde él había despertado primero, y una gran cantidad de símbolos extraños en las paredes.
La adrenalina corría por su cuerpo, fría y veloz, Johnny encontró la puerta sin esfuerzo pese a la oscuridad de la habitación, y sin importarle nada se abalanzó hacia ella dispuesto a salir de ahí y después... ¿algo?, ¿nada?, no lo sabía, pero cualquier cosa sería mejor que quedarse en esa habitación siendo un sacrificio. Tiró la puerta con violencia, ligeramente sorprendido por su repentina recuperación, y empezó a correr por un pasillo sin ventanas ni puertas, lo que lo ponía más ansioso con cada zancada que daba, pero finalmente se topó con unas escaleras que lo sacarían de ahí, estaba a un paso de salir cuando escuchó un fuerte grito detrás de él.
—¡Adhuc pétre!—nuevamente sus piernas dejaron de responder, era la voz de su otro captor, que se había materializado a pocos pasos de él—Sí, tienes talento, creo que ahora tenemos al menos una oportunidad.
Johnny cayó al suelo con fuerza, golpeándose la cabeza contra el piso de piedra y provocando una fuerte carcajada del recién aparecido. Se quedó aturdido por un momento, aunque esto no evitó que escuchase los pasos apresurados que se unían a ellos.
—¡Taeyong, dime que lo tienes!—el primer captor llegó poco después, tenía un rastro de sangre en su cabeza, lucía agitado y molesto.
—¿Acaso dudas de mi poder?, solo necesité un hechizo simple—presumió Taeyong haciendo un gesto que le quitaba importancia a la acción, pero Johhny notó que ocultó su otra mano sospechosamente dentro de la capa que llevaba puesta.
—Dudo de tu poder, de ti, y de todo esto, ¡aún no entiendo por qué te sigo ayudando!
Taeyong se acercó amenazadoramente al otro chico.
—Tú sabes por qué estás aquí, no tienes que echarme la culpa de tus malas decisiones, eres consciente de que puedes irte cuando desees—susurró empujándolo, pero seguramente fue con suavidad ya que el otro no se movió. Después del intercambio, volteó nuevamente a ver a Johnny, que seguía en el suelo, recuperándose de la caída—. Y tú, creo que tenemos que establecer algunas reglas antes de que quieras hacer algo tan estúpido otra vez.
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la corona del sol / johndo
Fantasy¿Cómo puede surgir la esperanza de las cenizas?, ¿cómo puede nacer el amor del temor? Johnny no lo sabía, pero estaba a punto de averiguarlo. JohnDo mención a otras parejas mención a otras unidades