Gojo, el mas fuerte hechicero, yacía en el suelo, rodeado de un silencio abismal en sus últimos minutos de vida, su poder, su responsabilidad, lo habían aislado. Nadie había podido entender su carga, su peso. La soledad lo rodeo, como un abismo, profundo y oscuro. Gojo cerro sus ojos, buscando en su interior una chispa de consuelo. Vivió solo y murió solo.
"Buen trabajo Gojo Satoru. Nunca me olvidaré de ti"