My bloody Valentine: parte 2

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Su mamá a la mañana siguiente acudió a la morgue al recibir la llamada del médico forense, tenía un caso fuera de lo común que podría interesarles. Mientras tanto su papá salió en Baby en busca de alguna pista y a oír a la policía en la radio. Junior por su parte decidió quedarse en el motel. Prefirió quedarse investigando.

Desafortunadamente no había encontrado nada de momento que valiera la pena. Iba a ponerse a leer un libro de su saga favorita cuando sus padres entraron a la habitación del motel.

Su mamá traía consigo un portafolio negro y se veía notablemente turbado.

—Hola, ¿y ese portafolios? —inquirio Junior desde su lugar en la mesa.

Sam dejó el portafolios en la mesa y se encaminó al baño.

—Qué te responda tu papá. —fue la respuesta escueta de su mamá antes de entrar apresurado al baño.

Una vez adentro miró a Dean con una expresión contemplativa.

—¿Qué le pasa a mamá? —cuestionó, perplejo.

Su mamá no se veía de esa forma desde que sufrió de abstinencia. Por alguna razón, ¿estará recayendo? ¿Habría consumido sangre de demonio en algún momento? Si fuera así nunca se lo perdonaría.

—No tengo idea, Sammy siempre a sido un poco raro, ya sabes. —declaró Dean, restándole importancia, quitándose la corbata.

O a su papá no le importaba lo suficiente Sam o quería verse indiferente delante de Junior para no preocuparlo. Teniendo en cuenta que Dean a pesar de que intenta actuar con normalidad y tratar de forma normal a Sam sabe que está resentido con su mamá aún. Se entendería el por qué de su actitud despreocupada. Aunque puede que solo sean ideas de Junior.

—Si tienes razón, papá. Sam es muy raro. —le siguió la corriente a Dean con cierta diversión.

Dean reprendió con la mirada a Junior. Se lo esperaba. Su papá no veía correcto que llamara a su mamá por su nombre propio. En la época donde Sam lo abandonó con Bobby porque estaba de luto por la muerte de su papá y después de que su papá regresó del infierno empezó a llamar a su mamá por su nombre. Estaba tan enojado y resentido en ese momento, y empeoró más aún cuando se hizo presente Ruby. Dean siempre le llamaba la atención cada que llamaba "Sam" a su mamá. No tenía tanto tiempo que empezó a llamar a Sam mamá de nuevo.

Después de una disculpa muy profusa y casi rogarle a Junior que lo perdonara, Junior perdono a su mamá. Bueno, dijo que lo perdonaba, pero aún así seguía algo resentido, solo que no soportaba ver el dolor de Sam.

—Creí que ya habías superado esa fase de llamar a tu mamá por su nombre. Eso es irrespetuoso. Es tu mamá así que tienes que llamarlo mamá, ¿de acuerdo? —lo amonestó.

Junior suspiró con hastío y asintió.

—Entendido. Lo lamento, solo estaba bromeando. Es mamá y punto. —estuvo de acuerdo.

Mientras Sam seguía en el baño, Dean le explicó sobre el origen del portafolios y de lo que habían descubierto hasta ahora. Un tipo que comió Twinkies hasta explotar (literalmente), para sus adentros él se rió muy fuerte, pobre sujeto que murió, pero había que admitir que murió de una forma bastante hilarante. Después estaba que habían ocurrido ocho suicidios y diecinueve sobredosis, se sentía mal por las personas que se suicidaron, pero Junior no podía concebir ni un rastro de empatía por los drogadictos, los detestaba. Y por último el demonio al que Sam le quitó el portafolios. Todo era tan extraño. ¿Dónde estaba la conexión entre todo?

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⏰ Última actualización: Oct 30 ⏰

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