Mejor olvidarlo (Parte 1)

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Pasaran ya 4 años, pero no habían vuelto a hablar de ello, al menos entre ellos. Martin por su parte sí que se lo había contado a Rus y Kiki, pero Juanjo no se lo había contado a nadie hasta ahora. Era prácticamente como si esa noche no hubiese existido, a la mañana siguiente simplemente decidieron actuar así, sin apenas hablarlo ni nada, simplemente eran dos amigos que se sentían atraídos, y lo mejor era continuar simplemente como amigos para la convivencia del piso. Ninguno se atrevió a decir lo que realmente pensaba.

Era un jueves universitario cualquiera. Martin y Juanjo llevaban algo más de dos meses viviendo juntos y la convivencia estaba siendo increíble. No todos los días conseguías un compañero de piso guapísimo y además tan majo. Hacían pequeños planes en el piso conjuntos como ver una película de vez en cuando o compartir las comidas hablando de cómo le había ido a cada uno el día. Martin había aprendido que Juanjo era un chef increíble, y Juanjo que Martin era la mejor persona para escuchar sin juzgar. Se podría considerar una amistad perfecta, salvo por un aspecto, que entre ellos la línea de amistad se desdibujaba un poco en determinados momentos, pero eso es algo que veremos más adelante.

- Venga Martin! Salgamos de fiesta juntos, yo llamo a un par de amigos míos y tu llamas a las tuyas, no me puedo creer que llevemos dos meses aquí y tú aún no hayas vivido un jueves universitario.

- Ya te dije que la primera semana de clase salí con unos compañeros y no fue nada agradable, fue lo más incómodo que viví en mi vida, y mira que tuve que soportar como en tercero de la ESO una profesora leyó en alto una nota dónde declaraba mi amor por mi profesor de historia. Que tenía 50 años aun por encima. Las fiestas no son para mí y ya, no pasa nada.

- Pero no es lo mismo salir con gente desconocida de tu clase que conmigo y gente guay como mis amigos o las tuyas. Te prometo que será algo tranquilo, haremos la previa aquí, y si no te apetece salir luego no lo haces, o si estando de fiesta quieres volver te prometo que vuelvo contigo, yo no te voy a dejar tirado como los cerdos de tu clase. Además Álvaro y Bea se mueren por conocerte, vamos a ser solo nosotros 6, nada de grupos grandes.

Y así fue como Juanjo convenció a Martin para salir de fiesta. Él invitó a Ruslana, una chica que conociera en la academia de baile a la que se apuntara, y a Chiara, una chica medio inglesa que iba a ayudar como pianista de vez en cuando a sus clases. Mientras que Juanjo invitó a Álvaro y Bea, sus mejores amigos de la carrera.

- A qué hora les has dicho que vengan? Rus y Kiki quieren saber para llegar más o menos a la vez.

- Sobre las 11. También ya les avisé de que fuesen al súper y comprasen alcohol para hacer unos pequeños juegos y animar un poco el ambiente. Quieres que les pida algo de tu parte? Luego ya hacemos cuentas.

- La verdad es que no me gusta beber mucho, en plan, no estoy acostumbrado, pero si les puedes pedir vino y Coca Cola para hacer kalimotxo.

- No hace falta que bebas si no quieres, lo sabes no? Era simplemente una pregunta.

Desde que se conocieron en todo momento Juanjo se había asegurado de que Martin no se sintiese incómodo con nada ni forzado a hacer algo que no le gustase. Por malas experiencias pasadas sabía lo que era eso y no quería que el vasco pasase por lo mismo. Sabía que no era un niño pequeño al que debía proteger, pero si estaba en su mano hacer algo para hacerle la adaptación a Madrid más fácil lo iba a hacer. Y esa preocupación Martin la notaba, mucho, demasiado, y en lugar de incomodarle hacía que le pareciese más atractivo, era bonito que alguien cuidase así de él.

- Tranquilo, no me siento forzado, que no me guste beber no significa que no disfrute de vez en cuando. Gracias por preocuparte.

Y le abrazó, un abrazo demasiado largo para ser de amigos, un abrazo que te hacía preguntarte "qué somos?". Juanjo correspondió rodeando su cintura, algo que ya se había hecho rutina. Y estos eran los momentos que hacían que se desdibujase el tipo de conexión que tenían.

Confesión olvidadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora