Día 0

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Una fiesta familiar, en la azotea de mi casa, prefiero estar en mi cuarto, hasta que escucho demasiados gritos, quizá sea por la fiesta, pero un estruendo seguido por muchos mas me paralizan por un momento. Salgo y lo primero que veo es a mí tío intentando comer el cuello de mi padre, mi prima Ximena por un intento desesperado de correr, tropieza en las escaleras y obstruye la única salida, mis vecinos salen corriendo con la cara llena de sangre, así que comienzo a correr, a toda velocidad, esquivando los cuerpos que hay en el piso y las personas que gritan por salvar su vida, me detengo en una tienda que parece estar vacía, entro para tomar un poco de agua, y escucho como rompen algo de un golpe, a mi derecha estaba un tipo alto y delgado, que tenia en la mano un tubo de metal, azotandolo en la cabeza de alguien, sus gruesos labios se convirtieron en una sonrisa escalofriante.

-Hey, robar es malo ¿sabías?. [Dice mientras se acerca a mi]

-Bueno en esta situación considero que no importa, tú mataste a alguien.

-Buen punto. Sonríe y bebe de la botella que yo tomé 

-Hey...!. Intenté gritar pero me detuvo rápidamente poniendo su mano en mi boca, se acercó a mi odio y comenzó a susurrar.

-No grites, o vendrán por nosotros.
Quitando su mano, tomo más botellas metiéndolas en dos mochilas.

-Ayudame a meter alimentos en lata y agua, todo lo que puedas cargar.

Le hice caso inmediatamente, tomé muy poco ciertamente, ya que soy muy pequeña, pero dispuesta a seguirlo. Me hizo unas señas extrañas que al principio no entendía, pero al verlo salir trotando derecho y luego a la izquierda, mis pies automáticamente corrieron tras él, golpeó a un par de personas en el camino, de esas que corren con sangre en la boca y sin un pedazo de cuello. Llegamos a la Joya, justo en la zona del metrobus, jamás había corrido tanto en mi vida, el rápidamente encontró un metrobus vacío y nos subimos a el, cerró las puertas y se tumbo en el piso.

-Entonces ¿cómo te llamas?. [Dijo el sacando una botella de agua de su mochila]

-Elie, ¿y tú?

-Pedro. Dijo en un tono muy seco y desinteresado. -Ahora Elie, ¿por qué estabas sola?

-Toda mi familia murió en la azotea de mi casa.

-Que mala suerte, bueno podemos quedarnos aquí hasta mañana, y luego vemos que podemos hacer para mantenernos vivos. Pero pase lo que pase, no grites ¿de acuerdo?. Dijo en un tono serio.

-De acuerdo.

Rápidamente me acomode en el suelo, pero los gritos no me dejaban cerrar los ojos, varias veces trataron de abrir la puerta, y acto seguido un grito ahogado se clavaba en mis tímpanos. Eran aproximadamente las 9 pm, cuando Pedro me pasó una lata a la mitad, mientras el comía de un vaso. Pasamos horas en silencio, se escuchaba de vez en un cuando pasos acelerados y luego gritos, el claxon de algunos carros y cosas rompiendose.

Estaba tan alerta que había olvidado el hecho de perder a mi familia, pensar en mi mamá sufriendo hizo que comenzará llorar, esa imagen de mi padre me perseguía al cerrar los ojos, quizá mi hermano me hubiera ayudado mejor a seguir con vida, pero lo que pasó en las escaleras le quitó la posibilidad de huir conmigo, asi que me quede completamente sola en este mundo, el llanto era cada vez mas fuerte, una presión en el pecho me impedía respirar. Me asusté cuando sus brazos me tomaron en medio de toda la oscuridad, me escondí en su pecho ahogando mis gritos. Su mano comenzó acariciando mi brazo, hasta subir a mi cabeza. Poco a poco me fui quedando dormida

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⏰ Última actualización: 2 days ago ⏰

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