¿Quizás?

Capitulo II

16/07/1942

Me desperté alrededor de las 9 de la mañana con un fuerte dolor de cabeza y mi pequeña gata dormida a mis pies, mordiéndome un poco. Solté un bufido grave retorciéndome en la cama, abrí los ojos lentamente, ardían de tanto llorar y no haber dormido bien en toda la estúpida noche. Estuve unos minutos allí acostado, observando mi cuarto, los pequeños detalles que había en el y la gotera del techo que padre nunca arreglo.

Lentamente me levante de la cama con un ligero dolor en la espalda por dormir mal anoche, bostece poniéndome de pie y saliendo de cuarto para bajar las escaleras. Fue el primer día donde observe detalladamente mi casa, los delicados patrones del papel de las paredes, el rechinido que la madera de las escaleras hacia cuando se le aplicaba peso. Sentí como una profunda tristeza me invadía, ver la casa en ruinas, madre no se merecía esto, mucho menos mi hermana; Entre a la cocina solo para ver a mi hermana, ella estaba sentada bebiendo una taza de café, parecía muy tranquila, madre no estaba por ninguna parte de la cocina, supuse que estaba en su cuarto, pero no quería molestarla, no luego de lo que paso anoche...

Camine hacia la silla frente a mi hermana y me senté, ella alzo la mirada y me miro con una sonrisita tranquila lo cual me relajo un poco, le devolví la sonrisa y tome un croissant para poder comer.

- "Madre está durmiendo aún."

Dijo mi hermana con tranquilidad, guarde silencio unos segundos y suspire, jugando con una pequeña migaja de pan sobre la mesa, analice la pregunta, no sabía que hacer, si decirle lo que paso anoche o simplemente dejarlo todo así.

- "Está cansada."

Fue lo único que respondí sin dar detalles, Emilie me miro con desconfianza y yo trate de mantenerme tranquilo, suspire con pesadez continuando mi desayuno, ese día no planeaba ir al colegio, estaba cansado y mis piernas dolían por correr tanto a la noche, así que decidí que iba a dormir todo el día, adiós tareas, adiós dibujos, adiós a mi rutina.

Había pasado casi dos horas, yo estaba acostado en el sofá, dije que no iba a dibujar, pero estaba haciendo algunos bocetos en mi cuaderno, bocetos simples y fáciles. Madre se había levantado hace un rato, preparándose su propio desayuno, se veía ligeramente preocupada, trate de hablar con ella, pero solo recibí un "estoy bien" lo cual me causaba más preocupación, aun así, decidí que no me metería más y dejaría a madre tranquila.

Ese día tampoco había almorzado seguía acostado en el sofá de la sala, solamente descansando, mi hermana no había ido al colegio, lo cual se me hizo raro, madre nunca la dejaba faltar y a mí tampoco, pero ese día madre accedió a que ambos faltáramos al colegio. Los tres estábamos en la sala de la casa, escuchando la radio, mi madre tejía, Emilie dibujaba a su muñeca de trapo que usaba como si fuera como su musa, mientras que yo estaba preparándome para salir, solo iría a la casa de Camille, nada especial, pero algo en la radio me detuvo, una noticia creería...

"A las 4 de la madrugada, la policía francesa empezó su operación 'Viento Primaveral' una gran redada que está empezando en Paris, trasladando a judíos para sacarlos del país, continuara por muchas otras ciudades buscando capturar y arrestar a los judíos que se negaron a irse."

El rostro de mi madre se transformó en uno de pánico y miedo, mi hermana no entendió, yo tampoco, ¿se negaron irse? ¿judíos? ¿de qué carajos hablaba? No tenía ni idea de que se nos avisó que debíamos irnos del país. Madre se puso rápidamente de pie y salió corriendo a las escaleras, subiendo para poder irse al cuarto. Emilie y yo nos quedamos perplejos, sin saber que hacer, pero al igual que madre nos pusimos de pie para salir corriendo siguiéndola. Llegamos a su cuarto y ella estaba armando una maleta con su ropa, nos miró, sus ojos llenos de terror.