Eran las 3AM cuando desperté de un profundo sueño, sentía mi cuerpo frío a pesar de que llevaba mi pijama puesta y encima de mí, más de dos sábanas.
Miré alrededor de toda mi habitación, estaba todo oscuro, no había nada extraño, a no ser que la ventana de mi cuarto estaba abierta.
Estaba seguro que la había cerrado antes haberme ido a acostar.
— Con razón estoy muriendo de frío. —Me levante de mi cama, caminé descalzo hacia la ventana y cerré esta.
A pesar de que fuera otoño, estaba haciendo mucho frío en la ciudad. Observé a través de mi ventana el vecindario, las casas de los vecinos estaban decoradas con la temática de Halloween; calabazas, brujas, arañas, esqueletos, etc.
Me parecía muy divertido el hecho de que las personas se disfrazaran de algún personaje de película o monstruo para ir a pedir dulces.
Había olvidado la última vez que yo había hecho eso, era muy joven todavía y claro que también podía contribuir con la festividad, solo que pensaba que hacer eso con amigos sería mucho más divertido.
Escuché afuera de mi habitación que mi padre se había despertado, así que rápidamente cerré la cortina y giré para irme a mi cama, crei que era el sueño que me consumía y por eso estaba alucinando, al girarme, pude captar una sombra meterse adentro de mi armario.
Talle mis ojos rápidamente y volví parpadear, no podía ser, era mi imaginación.
Pero no iba a poder dormir si me quedaba con la duda, así que me acerque rápidamente a la puerta de mi habitación y encendí la luz.
Mi habitación se iluminó y pude observar mejor, todo estaba en su lugar, mis figuras de acción no se habían movido ni mis peluches, mi ropa seguía tirada en el suelo y el escritorio estaba lleno de cuadernos y lápices regados.
No tendría porque haber ningún fantasma.
Me acerque con cuidado a mi armario y abrí la puerta de este, afortunadamente no había nada, solo mi ropa desordenada.
Suspire aliviado y cerré la puerta de este, me dirigi al interruptor y apague la luz, corri rápidamente hacía mi cama para poder arroparme en ésta y conciliar el sueño nuevamente.
Al despertar, mi excelente mañana fue interrumpida por la ridícula discusión de mis padres, realmente no entendía el por qué peleaban tanto.
Me levanté de mi cama con pesadez y me dirigi al baño a lavarme la cara, moje mi rostro y después me miré al espejo.
Suspiré y parpadee varias veces, en un breve momento, noté que mi reflejo estaba algo distorsionado.
Frote mis ojos rápidamente y volví a mirar al espejo.
Había una sombra.
Miré a detrás de mí y evidentemente no había nadie, observé en todo el baño y no había rastros de nada.
— Carajo.
Sentí miedo, así que rápidamente salí del baño y me fui a mi habitación para poder vestirme, debía ir al colegio.
Me arreglé tranquilamente, me pare enfrente del espejo que había en mi cuarto para poder peinarme, evite a toda costa no ver mi reflejo fijamente.
¿Por qué hago esto? Los fantasmas no existen.
Al finalizar, salí de mi habitación y baje las escaleras para ir a la cocina, me servi un plato de cereal, quería desayunar algo ligero.
Me senté en la mesa y desayune tranquilamente, solo.
Ya me había acostumbrado a que mis padres no me acompañaran al momento de comer, y cuando lo hacíamos juntos, siempre terminaban peleándose.
Sus peleas constantes ya me estaban hartando y demasiado, estaba cansado de eso, no podía tener un día tranquilo.
Deje la cuchara en el plato de cereal y me levanté, ni siquiera había terminado de desayunar.
No quería seguir estando en casa escuchando los reclamos de mi madre hacia mi padre, me estresaba. Tomé mi mochila y después me dirigí hacía la puerta, giré el picaporte de esta y salí de mi casa.
Era muy temprano, calculando el tiempo en el que tardaba en llegar al colegio a pie estaría llegando 30 minutos antes.
Las calles estaban casi vacías, el aire frío era más intenso, era un clima bastante agradable a mi parecer.
Al llegar al colegio, habían muy pocos alumnos, caminé por los largos pasillos hasta llegar a mi aula, no había nadie.
A excepción de un chico que estaba sentado al final de la última hilera de pupitres.
Me pareció bastante extraño porque ese chico no pertenecía a este grupo, rasque mi nuca un poco confundido.
Mi asiento asignado estaba precisamente enfrente de aquel chico así que me acerque con cautela, llegue a mi asiento y deje mi mochila en ésta, me senté y después saque mi móvil, estaba aburrido.
La mayor parte del tiempo me encontraba solo en el colegio, no porque nadie quisiera hablarme, en mi opinión, la gente en ésta escuela eran muy extrañas y algo estúpidas.
Su única preocupación era cuantos likes tenía su post o que si su crush les volteaba a ver.
Cerré mis ojos por un momento, aún tenía mucho sueño.
De repente, senti que alguien me estaba tocando el cabello, no me molestaba pero me pareció bastante raro que aquel chico tuviera ese contacto conmigo.
Miré para atrás y me encontré con el pupitre vacío.
Un pedazo de mi alma salió de mí en ese momento.
Me pare de mi pupitre rápidamente y mire el aula, no había nadie más que yo.
— ¿Qué mierda?
¿A dónde se fue el chico? ¿En qué momento salió?
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¿ghost? - SunKi
ParanormalHace 50 años, un grupo de jóvenes habían sido encontrados sin vida en una residencia alejada del pueblo, nadie sabe que les sucedió ni quien fue el responsable de dicho acto. En la actualidad, Sunoo es un chico solitario que nunca ha creído en que...