Los Hermanos Hale

III.- Tío Peter

Stiles se estiró satisfecho en su escritorio, al fin el periodo de entregas había llegado a su final y podía tener un momento de paz. Amaba que terminaran esos periodos porque la editorial solía darles algunos días de descanso así que podía ir a casa, pedir comida a domicilio y perderse por varios días viendo la televisión o leyendo algunos libros. Ahh, amaba esos días, un poco de paz y tranquilidad en su pequeño departamento donde nadie lo molestaba.

El castaño tomó sus cosas y se despidió de algunos de sus compañeros, que estaban igual de cansados que él, así que realmente no le prestaron mucha atención.

En la oficina el joven era bastante conocido y querido, los demás admiraban su trabajo, inteligencia y dedicación, pero también sabían que el Stilinski tenía un muro que ponía a su alrededor, así que para la mayoría era bastante misterioso y difícil de conocer. Aún así, todos lo respetaban aunque no se lo dijeran.

— ¡Sti! — le gritaron mientras caminaba por el parque a su casa.

Stiles sonrió levemente al escuchar la vocecita de Liam, tenía que admitir que se había encariñado con ese pequeño, le recordaba a sus hermanitos.

Al girar en encontró con el pequeño corriendo y detrás de él venía un hombre castaño de ojos azules que lo ponían realmente nervioso, su mirada lo hacia temblar por los recuerdos de su pasado. Odiaba que lo miraran así, pero ya estaba acostumbrado así que solo se centro en el niño con bonita sonrisa.

— Hola, Liam. ¿Cómo has estado? ¿Has comido bien? — le preguntó al menor mientras se agachaba a su altura una vez que el pequeño lo alcanzó.

— Hola, Sti. He estado bien y Der me hace comer todo.

— Me da gusto. — revolvió el cabello del menor y luego miró al mayor — Soy Mieczyslaw Stilinski, me imagino que es el tío de Liam, mucho gusto. — se presentó extendiendo su mano.

Peter alzó una ceja curioso, podía oler la incomodidad y el miedo en el humano, pero la manera que se dirigía a él era muy diferente a como todo su cuerpo estaba reaccionando así que suspiró y tomó la mano del chico.

— Peter Hale, mis sobrinos y mi hijo me han hablado mucho de ti. Es bueno ponerle una cara al nombre.

— El gusto es mío, señor.

— Por favor solo llámame Peter.

— Puede llamarme Stiles, es más sencillo.

El hombre asintió levemente.

— Me comentó Derek que trabajas en la editorial cercana, ¿te gusta el trabajo?

— Sí, me gusta bastante. — dijo Stiles de manera distraída mientras jugaba con el menor.

— ¿Nunca quisiste hacer algo? Por alguna razón siento que este no era el futuro que imaginabas.

Stiles comenzó a relajarse, puede que el mayor fuera bastante atemorizante, pero algo dentro de él solo le decía que quería cuidar de sus sobrinos, su familia. Era un hombre cálido, a su parecer, como todos los Hale que había conocido hasta el momento.

— Quería ser policía o un agente del FBI. — sonrió con nostalgia — Incluso entre a la Academia en D.C.

— ¿Qué sucedió?

El olor de tristeza lo invadió.

— No todos los sueños se hacen realidad. En fin, al final encontré algo en lo que soy bueno y me gusta. — rio mientras recibía una flor de parte del menor — De niño quería muchas cosas, pero crecí y me di cuenta de muchas cosas. Al final solo quería irme y seguir adelante solo.

— ¿No te llevas bien con tu familia?

— Mmm... No es algo, no sé. Mi papá fue bueno y me cuido como pudo cuando mamá murió, luego se caso de nuevo y de repente tuve dos hermanos mayores y luego tuve otros dos menores. Las cosas cambiaron y me fui, no me sentía muy cómodo.

Peter de inmediato notó que no era un tema que le gustara hablar al humano y algo dentro de él solo le gritaba que abrazara a ese joven y lo encerrara en una burbuja lejos de todo lo malo que tenía el mundo. Tal vez podía entender un poco a sus sobrinos y su hijo, el castaño era de confianza pero al mismo tiempo sentía una atracción hacia él, quería cuidarlo y protegerlo.

— Tal vez algún día puedas cumplir ese sueño.

Stiles rio levemente.

— Quizás. Pero, ya lo dejé hace mucho tiempo.

Peter suspiró y revolvió el cabello del humano.

— Tío Peter, no molestes a Sti. — dijo Liam aferrándose al castaño. El pequeño lobo era celoso y se había encariñado con el humano.

— Tranquilo, él no esta molestándome. — se agachó a la altura del niño — ¿Qué te parece si te compro un helado y uno de estos días vamos a comer? Me imagino que tu tío está ocupado y tienen que volver a casa.

Peter sonrió ante eso, el cachorro era bastante tierno y considerado, demasiado. Parecía solitario y triste, pero era muy amable para ese muro que parecía parecer poner a su alrededor.

— ¡Si! ¿Podemos, tío Peter?

— Esta bien, gracias Stiles.

— No tiene que preocuparse. Me gustan los niños y Liam junto con los demás siempre son muy amables.

— Jackson me dijo que tu eres el amable.

— Oh, me imagino que Jackson es tu hijo, dijo que era primo de Liam, Isaac y Derek.

Los tres caminaron de manera tranquila, Liam no soltaba la mano del humano y a Stiles no parecía importarle.

— Así es, Jackson es mi primer hijo y tiene una melliza, mi hija Malia. Ella se parece a mi mientras que Jax a mi esposo.

— Oh, deben llevarse bien. Se ve que todos ustedes son una buena familia. — le dijo Stiles con una sonrisa nostálgica.

Peter no pudo responder nada ya que llegaron a la tienda de helados y Stiles fue acaparado por el pequeño Liam, quien exigía la atención del otro.

Por alguna razón el mayor de los tres sentía una presión al oler la tristeza del castaño, no era correcto que oliera de esa forma, además el anhelo en su voz y su olor era demasiado. ¿Por qué olía de esa manera? Ahora solo quería acercarse a ese cachorro y mimarlo.

Los Hale se despidieron del castaño y Peter le dio su número al joven pidiéndole que lo llamara si tenía algún problema.

— Son buenas personas. — dijo Stiles viendo su nuevo contacto, aunque sonrió con tristeza al ver otros contactos en su celular.

Stiles llegó a su casa y sonrió con tristeza, a veces estar solo era deprimente, le gustaba pero había días como ese que solo se sentía más solo. Se cambió y se recostó en su cama. Había sido un buen día.