El aire estaba eléctrico de emoción cuando Miko entró en la sala de estar abarrotada, sus ojos azules amplios de deleite ante el caos festivo en la penumbra que la rodeaba. Calabazas adornaban cada superficie, sus caras sonrientes iluminadas por el suave parpadeo de las velas.
Cadenas de luces naranjas y moradas colgaban del techo, guirnaldas fantasmales colgaban de las paredes, y una bola de disco giraba sobre sus cabezas, esparciendo luz por la habitación como un millón de pequeñas estrellas. Los ritmos de una pegajosa lista de reproducción de Halloween retumbaban por los altavoces, pulsando al ritmo de las risas y las charlas de los asistentes a la fiesta.
Esa noche, Miko encarnaba su nostalgia de la infancia, Kim Possible, la icónica heroína de dibujos animados. Con un top corto verde y pantalones cargo negros, su cabello castaño rojizo recogido en una coleta suelta y sus tatuajes asomándose, aportando un toque único a su aspecto aventurero. La combinación la hacía sentir tanto poderosa como nostálgica, lista para abrazar lo que la noche pudiera traer.
Mientras navegaba entre grupos de invitados, el suave tejido de su atuendo se movía, capturando la energía festiva. Miko no podía evitar admirar la variedad de disfraces. Desde ghouls y brujas hasta superhéroes e íconos de la cultura pop, la habitación era un caleidoscopio de creatividad.
Tomó una taza de sidra especiada de una mesa desbordante de delicias: calderos burbujeantes de ponche, bandejas de galletas en forma de fantasma y bandejas de dulces de maíz esparcidos como confeti. La fiesta estaba viva con risas y música.
"¡Hey, Miko! ¡Aquí!" Una voz familiar la sacó de sus pensamientos. Ana, vestida como una bruja clásica con un sombrero torcido y una capa brillante, un palo de escoba en la mano, la saludó con entusiasmo.
Miko se unió a ella, riendo al ver a Ana riendo de manera juguetona con un grupo de amigos. "¿Cuál es el plan, brujita?" preguntó Miko, sonriendo aún más. "¡Vamos a ver la pista de baile! ¡Está salvaje!" Ana hizo un gesto hacia un área improvisada para bailar donde se había formado una multitud, balanceándose y girando bajo las luces coloridas. Miko asintió con entusiasmo, lista para zambullirse en la diversión.
Sus ojos vagaban sobre la mezcla ecléctica de disfraces cuando de repente, una figura llamó su atención: una mujer vestida como un hada del bosque mística. Y/N tenía el cabello largo y fluido teñido de tonos verdes y marrones, reminiscentes de hojas de otoño. Su disfraz brillaba, una mezcla de lentejuelas y tejido delicado que se movía como agua mientras se mecía al ritmo de la música. Miko sintió un tirón de curiosidad, preguntándose sobre la historia detrás de esta extraña encantadora.
"¡Déjame presentarte!" llamó Ana, acercando a Miko. "Y/N, ella es Miko." "Miko, esta es Y/N. Ella acaba de mudarse aquí desde la costa oeste," Y/N se giró, sus ojos color avellana brillando con calidez. "¡Hola! Me encanta tu disfraz; ¡haces de Kim Possible a la perfección!" dijo, su voz ligera y acogedora. "¡Gracias! Tú pareces que acabas de salir de un cuento de hadas," respondió Miko, admirando genuinamente los intrincados detalles del disfraz de Y/N.
"¡Vamos a conseguirles unas bebidas! He oído que el ponche es imperdible," sugirió Ana, liderando el camino hacia la mesa. Mientras servían sus bebidas, risas estallaron desde la pista de baile, donde un par de invitados habían comenzado un enfrentamiento de baile espontáneo. "Solía amar las fiestas como esta en casa," dijo Y/N, su sonrisa era contagiosa. "Todos simplemente se sueltan y disfrutan de la noche."
"¡Exactamente! Halloween se trata de ser alguien más por una noche," estuvo de acuerdo Miko, sintiendo la chispa entre ellas."¿Cierto? Pero también se trata de la emoción de lo desconocido," dijo Y/N, su expresión volviéndose pensativa. "Solía amar explorar casas embrujadas con mis amigos."
"¿Casas embrujadas?" Los ojos de Miko brillaron con travesura. "¿Eres lo suficientemente valiente para explorar una esta noche?"Y/N levantó una ceja, una sonrisa juguetona formándose. "¿Eres lo suficientemente atrevida para unirte a mí?"
A medida que la noche avanzaba, las dos mujeres compartieron historias y risas, su timidez inicial derritiéndose. Navegaron por la habitación abarrotada, probando delicias temáticas de Halloween: un caldero burbujeante de ponche, galletas en forma de fantasma y una bandeja de mini tartas de calabaza. La atmósfera estaba viva con el tintineo de vasos y el susurro de disfraces, cada invitado perdido en su propio hechizo festivo.
Justo entonces, un grupo de invitados estalló en aplausos cuando alguien intentó un movimiento de baile particularmente ambicioso. Miko rió, dejándose llevar por el momento, y arrastró a Y/N hacia la pista de baile. Comenzaron a moverse, la música elevando su ánimo, la atmósfera eléctrica de celebración. A medida que el reloj se acercaba a la medianoche, la música cambió a algo más lento, creando un ambiente mágico que hacía que la habitación se sintiera íntima.
Miko y Y/N se encontraron en los bordes de la pista de baile, una suave brisa moviendo las hojas afuera, donde la luna asomaba por la ventana, proyectando un resplandor plateado.
"Esto es bonito," dijo Y/N, apoyándose contra la pared, su mirada fija en la escena iluminada por la luna. "Se siente como si estuviéramos en nuestro propio pequeño mundo." "Sí," respondió Miko, su corazón latiendo un poco más rápido. "Estoy realmente feliz de haberte conocido esta noche. Se siente... especial."Con la magia de Halloween girando a su alrededor, se quedaron juntas, compartiendo un momento que se sentía tanto fugaz como eterno, mientras las sombras danzaban y los susurros de cuentos fantasmas flotaban en el aire. La fiesta palpitaba detrás de ellas, viva con risas y camaradería, pero en ese momento, solo estaban ellas dos, listas para abrazar la magia de la noche.