Embrujo [Fakeria]

Embrujo

La noche de Halloween era la noche más esperada para Minseok, no solo porque podía disfrazarse de alguno de sus personajes favoritos con sus amigos, sino también porque significaba que podía ver a su novio con el mismo disfraz de kumiho de todos los años.

La primera vez que Minseok conoció a Sanghyeok había sido en Halloween, hacía unos cinco años, y aún recordaba cómo le había ayudado a volver a casa después de haberse perdido entre la multitud disfrazada. Minseok había llegado a la ciudad hacía no más de dos semanas después de terminar su relación con Minhyung; tal vez Minseok estaba exagerando a causa del alcohol que había consumido, pero la suave voz de Sanghyeok parecía haberle hechizado de alguna forma. Minseok se había enamorado a primera vista.

Cada día que pasaba con Sanghyeok era una utopía. Después de tres años de conocerse y casi dos de relación, ambos se habían mudado a una casa propia. A Minseok le encantaba Halloween, así que la decoración de cada habitación era relativa a la fecha. Sanghyeok simplemente consentía a Minseok, dejándole hacer lo que quisiera e incluso comprándole las decoraciones y ayudándole a colocarlas donde el más joven le ordenase.

Sanghyeok adora mucho a Minseok. Desde la primera vez que lo vio perdido entre la multitud, supo que Minseok era suyo. Cada vez que veía a Minseok reír por alguno de sus chistes o simplemente cuando le veía despertar a su lado, le provocaba algo de culpa. Al final del día, Sanghyeok había hechizado a Minseok para que el más joven se enamorara de él. Sabía que tenía que confesarle todo a Minseok en algún momento, pero no estaba listo para el rechazo que podría recibir por haber manipulado al joven al inicio de su relación.

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Por fin había llegado Halloween y, con ello, crecía la culpa de Sanghyeok. Tal vez era mejor revelarlo todo a Minseok, pero no ese día. Hoy tenía que ir a repartir dulces a los niños del vecindario y aprovechar la oportunidad de liberar sus nueve colas y sus orejas de zorro. Era una de las pocas noches al año en que podía estar en su verdadera forma sin tener que preocuparse por los viejos estigmas que existen sobre su raza, que se han ido perpetuando con los años.

Todo iba bien: Minseok estaba feliz con su cosplay de Tanjiro, los niños estaban felices con sus dulces, la decoración exterior era perfecta... Todo era perfecto hasta que Minhyung apareció en su puerta buscando a Minseok después de tantos años. Durante sus primeros meses de amistad, Sanghyeok había tenido que consolar a un Minseok desconsolado, y aún tenía grabada en la memoria la imagen de Minseok llorando por no haber sido suficiente para su ex pareja. Ahora que le tenía enfrente, solamente sentía un ligero desagrado por él, así que su tiempo de reacción fue lento y, cuando iba a cerrar la puerta y decir que se había equivocado de dirección, Minseok apareció con un nuevo recipiente lleno de dulces, dulces que cayeron al suelo al ver a su ex en la puerta.

Lo siguiente ocurrió de forma muy rápida y extraña. Minseok había salido de la casa tras ser jalado por Minhyung, el cual le había gritado que era una bestia manipuladora. Minhyung era un brujo que había detectado los casi nulos residuos del embrujo, y pudo ver que Sanghyeok no podría defender a Minseok sin atacar directamente. Antes de que Sanghyeok pudiera defender a Minseok, su vecino Hyeonjun intervino con la advertencia de llamar a la policía si continuaban con el alboroto.

Todo terminó con Minhyung yéndose derrotado sin haber conseguido lo que quería y la pareja sentada en el sillón de su sala de estar con una conversación pendiente.

«Minseok... puedo explicarlo todo, lo juro». Sanghyeok (quien siempre tenía sus emociones bajo control) estaba al borde de las lágrimas por el silencio que había entre ellos dos.

«Ya sabía que eres un gumiho, Sanghyeokkie hyung». Minseok tomó de las mejillas a su novio y lo miró directamente, secándole las lágrimas que empezaban a correr por los ojos del mayor. «Hyukkyu hyung, me lo dijo el mismo día que los presenté».

Sanghyeok no recordaba muy bien ese día, pero sí lo lindo que se veía Minseok con su sudadera. En aquel momento llevaban seis meses de conocerse. Minseok era inmune a su hechizo, ya que sabía su identidad. Eso significaba que el amor que sentían el uno por el otro era real y no un producto de un hechizo egoísta por su parte. Antes de que Sanghyeok pudiera hablar de nuevo, Minseok lo hizo.

«Hechizado o no, te amo mucho y mi vida ha sido mucho mejor desde que te conocí aquel Halloween, cuando creí que no valía nada. Sinceramente, estoy encantado por ti y no quiero dejar de estarlo».

Sanghyeok se inclinó para darle besos por toda la cara mientras le repetía una y otra vez lo mucho que la amaba y lo afortunado que se sentía de compartir su vida con él.

Tal vez Sanghyeok no tenía un anillo de diamantes para darle a Minseok, pero tal vez ese anillo de dulce dentro del recipiente servirá para pedirle matrimonio en un día tan especial como Halloween.