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El clima de noviembre, aunque no era tan frío como en diciembre, sí que podía hacer que sus manos se congelaran un poco. Debido a esto, ambos se habían tomado de las manos ni bien se habían bajado de la bicicleta del menor.

"Tu mano está helada, Hyung". Comentó Jungkook preocupado mientras ajustaba más el agarre entre ambas extremidades. "Te compraré un par de guantes".

"No hace falta, Jungkookie". Se apresuró a negar Taehyung al notar la preocupación y determinación en el rostro y palabras de su menor. Taehyung carraspeó nervioso su garganta ante lo próximo que diría." Además, prefiero que sostengas mi mano, de esta forma entran en calor más fácil y me gusta más."

Ninguno dijo nada después de eso, pero la hermosa sonrisa de Jungkook y la pronta timidez de Tae fueron más que suficientes.

No hacían falta guantes cuando tenían sus propias manos para entrar en color.

No tuvieron que caminar mucho para llegar a la pintoresca cafetería a la cual Jungkook había planeado llevar a Taehyung.

Allí ya tenía una mesa reservada. Jungkook se había encargado de esto por miedo a que el local se llenara, llámenlo paranoico, pero no quiere que nada saliera mal.

Taehyung le sonrió, de esa forma tan bonita que Jungkook amaba luego de que Jungkook abriera la puerta para él.

Ambos fueron atendidos por una amable chica, la cual se encargó de llevarlos hasta su mesa correspondiente.

Allí tomaron asiento uno frente al otro, gracias a que la mesa no era muy grande, solo lo necesario. Ambos tenían sus pies entrelazados por debajo de esta.

Jungkook volvió a colocar las manos de Taehyung en las suyas para que así entraran en calor.

"Cálido". Le dijo Taehyung tímidamente al sentir el calor de la piel contraria y notar cómo Jungkook dejaba caricias en dicha zona con su pulgar.

Jungkook le sonrió para luego llevar sus manos hasta sus labios y dejar un beso en el dorso, entonces fue testigo del potente sonrojo de Taehyung, quien ante la acción contraria y porque pudo sentir su rostro arden bajo un poco su cabeza para hundir su nariz en la suave tela de su bufanda.

Jungkook, algún día, moriría de ternura, moriría por Taehyung.

No mucho después, la misma chica se había acercado hacia ellos y había entregado la carta para ordenar.

Debido a que ya eran casi las cinco de la tarde, no iban a pedir mucho. Es por eso que Taehyung se decidió por un chocolate caliente y un sándwich, mientras tanto Jungkook por un café y también un sándwich.

Decir que disfrutaron la cita sería decir poco, ambos estaban más que sonrojados cada vez que el contrario hacía alusión a la cita, aunque querían camuflar sus mejillas sonrojadas con la escusa de que había frío, cuando en realidad ambos sabían que el motivo era la presencia contraria.

🍁JeonKim 🍁

Gracias por leer 💜💚

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