Después de que Zion dejara mis maletas en mi habitación y de que Grace me enseñara la casa, procedí a irme a mi cuarto para poner mis pertenencias en el. La habitación era muy grande, tenía una cama de matrimonio con unas sábanas grises y blancas al igual que las paredes que eran de los mismos colores, al lado de la puerta había un armario empotrado de color blanco, en la puerta de este se encontraba un gran espejo. Pegado a la pared, había un amplio escritorio con cajones a los lados y una silla giratoria en frente, a su lado había una gran estantería donde iba a poner mis cosas.Cuando termine de ordenarlo todo y dejar mis maletas vacías, iba a ponerme el pijama, pues eran las ocho y media de la tarde. Pero de pronto, cuando estaba a punto de quitarme la ropa, alguien toco la puerta de mi habitación.
—¡Adelante!
La puerta se abrió y detrás de ella estaba Grace con un vestido corto, plateado y de tirantes finos, algo que me extrañó, ya que iba por casa tan arreglada.
—¿Preparada para la fiesta?— preguntó divertida. ¿Fiesta? ¿De que está hablando?
—¿Que fiesta?— fruncí el ceño.
—Tu fiesta de bienvenida, cuando viene alguien nuevo siempre vamos a una discoteca todos para darle la bienvenida, vamos Abby si te lo dije—. Cierto, me lo dijo, pero no me acordaba.
—Joder es verdad, no lo recordaba—dije frotándome el ojo.
—¡Pues venga! ponte guapa, que los chicos de Stanford tiene que enterarse de que ha llegado un pivon a la ciudad— dijo con una sonrisa juguetona—. Vamos ven conmigo, que te dejaré un vestido— me cogió del brazo y me llevo a su habitación.
Llegamos y abrió su gran armario, que era muy parecido al mio, por no decir que eran iguales.
—Este azul te quedaría genial conjuntado con tus ojos— saco de su armario un vestido largo, sin tirantes que iba ajustado al cuerpo.
—Nah, no me gusta— no me apetecía ir por ahí pisándome el vestido.
Me levante de su cama y me dirigí a su armario, saqué mas de cinco vestidos hasta que vi uno de mi agrado. Era corto, tenía manga larga, era negro con brillantes y ajustado al cuerpo. En el momento en el que me lo probé supe que esa iba a ser mi elección.
—Me quedo con este.
—Buena elección— dijo Grace.
—¿Ya están listas las señoritas?– apareció Zion por la puerta, iba con una camisa blanca con los primeros botones abiertos y las mangas un poco remangadas, en la parte de abajo llevaba un pantalón negro de traje.
—Estamos listas— respire hondo y me puse unos tacones negros, a juego con mi vestido.
Salimos de casa y fuimos a la calle en busca de un taxi. Cuando por fin apareció uno, nos montamos en el, yo me senté en la parte de atrás del copiloto, al lado de Zion, al que se le podía oler el perfume desde cualquier parte del mundo de lo mucho que se había echado, algo que me recordaba que a mi se me había olvidado ponerme del mio, mierda.
Cuando llegamos a nuestro destino, nos pusimos en la larga cola que había para entrar, íbamos a tener que estar un buen rato esperando.
—Esto de ser en único tío es una mierda— se quejó Zion.
—¿Que pasa que no vas a ligar entonces, o que?— se burló Grace.
—Pues no, las chicas se va a creer que sois mis novias y no se van a acercar a mi.
—Eso, tú échanos la culpa de que no ligues— respondió de nuevo Grace.
—¡Claro que ligo! Solo hay que verme— entonces, Zion empezó a hacer caras seductoras que nos provocaron grandes carcajadas.
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𝐏𝐈𝐒𝐎 "𝐏𝐄𝐑𝐅𝐄𝐂𝐓𝐎"
RomanceAbigail Rivera y Dylan Harper, dos jóvenes que vienen de familias muy importantes en Austin, tanto que los Rivera y los Harper son conocidos como la mayor rivalidad que ha existido en Austin. Abby y Dylan siempre se han llevado mal debido a esta gra...