La coincidencia perfecta

03

La música llenaba el jardín con ritmos cada vez más animados, y los colores de las luces parecían vibrar al compás de las canciones. La noche estaba en su punto álgido, y la energía en el ambiente era contagiosa. Había llegado con algo de nervios, pero ahora me sentía como en casa, rodeada de risas, música y la compañía de mis amigos.

Sofi, como siempre, estaba en su elemento, moviéndose entre la multitud y saludando a todos. Con su entusiasmo, me hacía sentir como si estuviéramos en la mejor fiesta del año. Nos tomamos un par de fotos juntas, sus risas contagiosas se mezclaban con la música mientras posábamos para la cámara. Aunque la pista estaba llena de estudiantes, todos parecían formar un solo grupo en el que las risas y el buen ambiente reinaban.

Mientras Sofi desaparecía por unos segundos, Cristóbal se acercó, y nos encontramos de nuevo compartiendo ese extraño entendimiento silencioso. Comenzamos a hablar sobre la música, sobre algunas anécdotas de clase, y sobre cosas sin importancia que, en esa noche y ese momento, parecían interesantes. Aunque no lo conocía mucho, tenía esa facilidad para hacerme sentir cómoda, como si estuviéramos conectados de alguna forma que ni yo misma entendía.

—¿Sabes? No soy muy de fiestas —confesé, sintiéndome sorprendida por mi propia apertura.

—Yo tampoco, pero a veces es bueno olvidarse un rato de todo —dijo Cristóbal, sonriendo con esa expresión relajada que parecía caracterizarlo.

Él me invitó a bailar y, al principio, mis movimientos eran torpes, pero la música y la actitud despreocupada de Cristóbal me hicieron relajarme poco a poco. Me dejé llevar, disfrutando de cada canción, de cada momento, sintiendo la libertad de ser yo misma sin preocuparme de nada más. Nos reíamos juntos cuando alguno de los dos se equivocaba en los pasos, y ese ambiente despreocupado hacía que la fiesta se volviera aún más especial.

Entre canción y canción, apareció Sofi de nuevo, con una sonrisa de oreja a oreja y una bebida en cada mano. Nos ofreció una, y aunque no suelo tomar, esta vez decidí dejarme llevar por el espíritu de la noche.

—¡Brindemos! —exclamó Sofi, levantando su vaso—. ¡Por los amigos, las noches que nunca se olvidan y las que nos hacen sentir vivos!

Los tres chocamos nuestros vasos y bebimos, riendo como si nada en el mundo pudiera detenernos. Mientras brindábamos, me di cuenta de que esa noche me estaba mostrando una versión de mí que no conocía, alguien que era capaz de disfrutar, de soltar las preocupaciones y simplemente dejarse llevar.

Mientras la noche avanzaba, alguien sugirió que jugáramos a "verdad o reto", y, sin pensarlo mucho, Sofi ya estaba organizando todo. Nos sentamos en círculo en el césped del jardín, riéndonos con solo imaginar las locuras que podrían salir de ese juego. Estábamos todos: Sofi, Cristóbal, algunos compañeros de clase y yo. La mezcla de personalidades y las bromas hicieron que el ambiente se sintiera como una gran familia improvisada.

Cuando me tocó, Sofi, con su usual picardía, me retó a cantar una canción enfrente de todos. Mis mejillas se encendieron al instante, y protesté, pero todos comenzaron a animarme y aplaudir. Finalmente, cedí y canté una canción que todos conocíamos, entre risas y aplausos. Sofi y Cristóbal me acompañaron en el coro, haciendo que el momento fuera menos vergonzoso y mucho más divertido.

En un punto del juego, alguien se atrevió a hacerle una pregunta a Cristóbal sobre su "crush" secreto, y aunque trató de esquivar la respuesta, terminó confesando que había alguien que le interesaba. Todos lanzaron murmullos y risas cómplices, y aunque traté de mantener la compostura, no pude evitar sentir cierta curiosidad. Nos miramos brevemente, y aunque no dijo más, algo en su mirada me dejó una pequeña duda, como si tal vez sus palabras escondieran algo que yo aún no entendía.
Después del juego, decidimos dar una vuelta por el jardín, tomando un respiro del bullicio y el calor de la fiesta. Sofi se acercó y pasó su brazo por mis hombros, sonriéndome de una manera que me hizo sentir profundamente agradecida por tener una amiga como ella.