capitulo 2

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La luz matutina se colaba por la ventana, trayendo consigo el olor a humedad que impregnaba la casa.

Emily se estiró en la cama, sintiendo el peso de la mañana sobre ella. La luz del sol se filtraba por la ventana, iluminando su habitación. Se sentó en la cama, frotándose los ojos. Habían pasado tres días desde que encontró la llave misteriosa.

Se levantó y se dirigió al baño para lavarse la cara. Mientras se secaba, miró su reflejo en el espejo. Su rostro parecía cansado, con ojeras oscuras bajo los ojos.

Regresó a la habitación y se vistió rápidamente, eligiendo un jeans y una camiseta sencilla. Se sentó en el borde de la cama para ponerse los zapatos.

Justo cuando se ponía el segundo zapato, sonó el teléfono. Emily se sobresaltó, mirando el reloj en la mesita de noche. Eran las 10:30.

"¿Sí?" respondió, esperando a que la persona al otro lado de la línea se identificara.

"Emily Miller, soy Thomas, del departamento de recursos humanos de Miller & Asociados", dijo una voz masculina y educada

Emily se enderezó, intrigada. —¿Qué puedo hacer por usted, Thomas?

"Puedo hablar con usted sobre... lo que sucedió", dijo Thomas, pausando antes de continuar. "Creo que tengo información que podría serle útil."

Emily sintió un escalofrío. "¿Qué tipo de información?"

"Puedo hablar sobre eso en persona, si lo prefiere", sugirió Thomas.

Emily dudó por un momento antes de responder. "Está bien, ¿dónde podemos encontrarnos?"

"¿En el café de la esquina, a las 2 pm?"

Emily asintió, aunque sabía que Thomas no podía verla. "Allí estaré."

La llamada terminó, dejando a Emily con más preguntas que respuestas.

¿Qué información podría tener Thomas? ¿Qué sabe sobre la muerte de mis padres? ¿Por qué decide contactarme ahora?

La curiosidad la consumió mientras se levantaba para prepararse para el encuentro.

Al llegar al café, vi a un hombre de mediana edad que llamó mi atención. Llevaba un traje impecable que resaltaba su figura. Su pelo castaño y tez clara complementaban su rostro distinguido. Cuando me acerqué, pude ver la calidez de sus ojos cafés, y su aroma, fresco y suave, transmitía tranquilidad.

"Hola Emily, me alegra que hayas podido venir. Gracias por aceptar mi invitación."

"Hola Thomas. Claro, gracias por llamarme. Estoy intrigada sobre qué información tienes sobre... todo esto".

"Sí, entiendo. Es un tema delicado. ¿Te gustaría sentarte y hablar sobre ello?"

"Sí, por favor."

"Emily, tus padres fueron más que colegas para mí. Fueron amigos. Y su pérdida ha sido un golpe duro".

"Lo sé. Para mí también."

"Antes de su fallecimiento, me dejaron un sobre con instrucciones específicas. Debo entregártelo en caso de que algo saliera mal. No lo he abierto, respetando su privacidad, pero siento que es hora de que lo sepas

Emily se sintió mareada al tomar el sobre de las manos de Thomas. "Gracias", logró decir, su voz apenas audible.

Thomas asintió y la miró con preocupación. "Cuidado, Emily. Si necesitas algo, no dudes en llamarme."

Emily asintió y se levantó, el sobre apretado en su mano. Se dirigió al mostrador para pedir la cuenta, pero Thomas ya la había pagado.

"Gracias", repitió Emily, y salió del café.

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⏰ Última actualización: Nov 03 ⏰

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