en la misma nota

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Todos los días eran iguales desde un tiempo atrás. El Pelinegro, Edgár, despertaba siendo abrazado por la cintura por su novio, Draco. A veces se preguntaba cómo fue que Draco se fijó en él, ya que no se consideraba alguien que destaque mucho en su propia opinión. Pero Draco siempre le decía que era el chico más hermoso que había visto.

Todos los días eran iguales: despertar usando una camisa de Draco, acomodarse, mirar su teléfono y esperar a que su novio lo tomara de la cintura de nuevo. En ese momento, Edgár sabría que Draco ya estaba despierto.

Los días eran tranquilos, Draco no había estado de gira últimamente. Pero para Edgár era raro que el pelirrojo siempre lo llevara a la cocina, le hiciera un café y tostadas, y le tomara fotos mientras comía. Eso era incómodo, ya que a Edgár no le gustaba ser el centro de atención. Por eso, siempre se tapaba la cara.

Draco amaba a su "niño emo" como le gustaba decirle. A pesar de que se llevaban 2 años, Edgár teniendo 22 y Draco 24, Edgár seguía pareciendo un niño. Y eso le gustaba a Draco; le gustaba que se viera tan tierno e inocente.

Todos los días, Draco recordaba ese momento en el que Edgár subió al escenario a cantar con él. Esa noche, lo primero que pensó fue: "Verga, está hermoso. Será soltero, luego le pediré su número". Claramente, Edgár no cantó bien y solo se quedó ahí, pero a Draco no le importaba. Lo que le importaba era que no decir algo obsceno porque estaba fascinado con el chico.

Le encantaba tomarle fotos y subirlas a sus redes, pero Edgár siempre se cubría la cara. Y desde que lo conoció, hacía dos años, Edgár no se cortaba el cabello, pareciendo una chica. A veces, los comentarios que le llegaban le molestaban, porque muchas admiradoras pensaban que Edgár era mujer y eso lo insultaban. "Pobres pendejas", pensaba Draco, "si supieran que él es la definición de la palabra homosexualidad".

"Hay un montón de días que Draco espera con ansias, y Edgár no sabe cómo es que cae tan fácil en las noches. Edgár duerme solo usando una camisa, y es porque Draco siempre le hace el amor antes de dormir.

Si Draco definitivamente es un pervertido, eso se remarca mucho más por todas las mañanas. Draco lo carga para que Edgár enrede sus piernas en su cintura, para poder ir penetrándolo en el camino a la cocina. Para una vez, ya haber llegado, follan sobre la encimera.

Pero a Edgár no le molesta, ya que disfruta mucho teniendo esos encuentros matutinos. Los dos aman ese momento donde solo esperan a que la jarra de la cafetera se llene mientras hacen el amor en la encimera. Así son sus mañanas, y no las cambiarían por nada."

Edgár no cambiaría esta vida que lleva desde hace un año. No porque no tenga sus defectos, sino porque Draco es todo lo que necesita. Ama cómo Draco siempre le hace detalles, cómo lo abraza mientras miran la televisión, o cómo respeta su intimidad llevándolo a lugares privados cada vez que salen juntos.

A pesar de que Draco publica fotos de él, en ninguna se puede confirmar su identidad, así que Edgár sigue en el anonimato, a pesar de ser la pareja del ídolo del rock metal, Draco.

Y si algo disfruta mucho Edgár, es lo intenso que es Draco mostrándole amor, teniendo sexo desde en la cama antes de dormir, o cargándolo a la cocina, donde le hace de todo sobre la encimera mientras esperan el café.

Edgár ama esa hermosa vida junto a su metalero, porque siente que ambos están en la misma nota.

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⏰ Última actualización: Nov 02 ⏰

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