Sangre de miel [Deadplate]

Sangriento placer

Una luz amarillenta perturba sus ojos anteriormente cubiertos, hasta que en unos segundos por fin puede intentar adivinar dónde es que se encuentra.

Trata de mover su cuerpo, sin embargo, las cuerdas que envuelven sus extremidades tienen un nudo bastante fuerte que no le permite ni moverse, incluso lastima un poco su piel por lo apretadas que están, quejándose por el dolor.

"Ya era hora de que despertaras" — sabe perfectamente quién está hablando, la voz es bastante familiar y está acompañada con un característico olor a cigarrillos.

Sus ojos se abren de par en par, luce bastante atemorizado y a pesar de sus ganas de gritar e interrogar a quien está frente de él la mordaza que cubre su boca lo impide.

"No me mires así" — pronuncia severo, claramente haciendo notar que pudo reconocer el miedo en los ojos de Rody. — "No hubiera tenido que recurrir a esto si tan solo te hubieras quedado trabajando conmigo"

El de cabello negro se acerca a Rody lentamente, una de sus manos acaricia con una ternura perturbadora su mejilla izquierda, la cual está comenzando a humedecerse por las lágrimas de terror que el pobre hombre atado está derramando.

"Siempre te he visto como alguien patético" — parece haber algo de burla en su tono. — "Pero esto es demasiado hasta para ti"

La diestra de Vincent se desliza hacia la entrepierna de su pobre víctima. Presiona suave, pues el objetivo es la humillación más que infringirle dolor.

"Podría jurar que si te dejaba unos minutos más en la oscuridad ya te habrías orinado encima" — sigue sonando bastante burlesco y malicioso. Para él esta situación no es más que un buen chiste. — "Pero he de reconocer que eres menos llorón que la perra de Manon"

La mención de aquella mujer no hace más que escandalizar a Rody quien comienza a intentar hablar de nuevo, apenas logrando soltar sonidos amortiguados que no hacen más que causarle gracia al otro hombre.

Dudas aterradoras se cruzan por la mente del pelo castaño.

¿Manon sufrió el mismo destino?, ¿su extraña desaparición fue debido a Vincent?

"No me mires así, cachorrito" — usa un tono apenado, pero su sonrisa es malévola. — "Ella impedía que nosotros estemos juntos"

Las manos de aquel hombre se deslizan por las húmedas mejillas de Rody, acariciando su piel con ternura y afecto. Los dedos largos secan sus lágrimas brindando un falso consuelo, esta situación se torna cada vez peor para Lamoree.

Una lengua cálida pasa por su rostro, parece estar deseando limpiar sus lágrimas de una forma grotesca.

"Uhm~" — el sonido de gusto es obvio, parece haber quedado contento por el sabor. — "Oh, mi querido Rody... todo de ti es tan dulce~"

Vincent comienza a lamer las mejillas del aterrado hombre, sus manos también se van deslizando poco a poco a través de sus ropas buscando romperlas.

"Todo lo que pruebo es insípido. No puedes entender lo deprimente que es ni siquiera poder disfrutar de mis comidas" — confiesa en un suave susurro en el oído de Rody. — "Pero tú, mi querido Rody. Tienes un sabor exquisito, que siempre me incita a ir por más"

El hombre de cabello negro toma un cuchillo de lo que asume es una veladora, después de todo Rody puede reconocer que está en una cama. Aquel objeto afilado se desliza por la tela de su camisa logrando cortarla, sin embargo, Vincent abusa de la presión sobre el corte dañando también la piel del mayor, quien solo logra dar quejidos amortiguados por la mordaza.

"Oh, pobrecito. Lamento lastimarte cachorrito" — la disculpa es falsa, ahora es claro que lo hizo a propósito. — "Déjame ayudarte..."

Abre completamente la tela rota, exponiendo el pecho levemente sangrante de Rody, que solo puede mirar la escena sin tener la posibilidad de defenderse. De nuevo la lengua del cocinero pasa lentamente por la piel ajena, esta vez dando una peor sensación de ardor pues lo hace encima de un corte sangrante.