padme.
Llevo 539 dias encerrada en esta torre.
539 dias desde la muerte de mis padres.
539 dias desde que el, me secuestro.
Estoy perdiendo la esperanza de que algun dia saldre aqui.
Me levanto de aquella cama, con almhoadas de terciopelo y la colcha roja real.
El piensa que aunque tenga todos los lujos, o como el quiera llamarlos voy a querer quedarme aqui dentro. Lentamente me desplazo hasta el gran espejo dorado colocado en el medio de mi gran dormitorio. Me empiezo a trenzar mi largo pelo azul marino. Pienso en lo antinatural que es. A veces pienso en cortarlo, o teñirlo, pero despues me acuerdo en todas las cosas antinaturales de mi, y me doy cuenta de que mi largo cabello es el menor de mis problemas. Me acerco a la gran comoda de madera tallada de mi aposento, agarro mi blusa, mi corsé y mis pantalones. Lentamente me cambio mirando mis moratones. Mis cicatrices. Inconscientemente mis manos se dirigen a la cicatriz de mi rostro, recta que me cruza el lado izquierdo de la cara, pasando por mi ceja, ojo y acabando en el pomulo. Una sola lagrima cae por mi rostro. Aprsesuradamente la limpio y con un nudo en la garganta me dispongo a salir por la enorme puerta.
El silencio reina la inmensa torre, pero se que el me observa. Siempre lo hace.
- Te he dicho mil veces pequeña zorra que no merodees por ahi. - me dijo una gruesa voz, mientras me aprieta una nalga.
Apesta a whisky como siempre.
Sin dudarlo un segundo, me giro hacia el y le doy una buena bofetada. Acercandome a el le susuro al oido:
- Vuelve a tocarme y te doy de comer tus propios sesos.
Jablood, me tira al suelo y se me sube encima.
- Te mataria, mas no pienso ensuciarme las manos.
- Para no querer ensuciarte las manos, te veo muy involucrado en mantenerme cautiva, ¿No cree mi señor? - El sonrie, y mi mira con sus profundos ojos naranjas.- Tambien, siempre tienes la opcion de liverarme, asi no tendrias que soportar que zorras como yo merodeemos por ahi.
- Pierdo muchisimo mas de lo que gano dejándote ir, no creo que encuentre a nadie con el mismo valor que tu. Ademas no voy a tener que aguantarte mucho mas.
Un apice de esperanza me invade el cuerpo entero. Jablood me iba a liverar despues de mas de un año de acoso y cautiverio. Toda esa espernza es lo que me hace decir lo siguiente:
- Me vas a liberar.- dije en un pequeño susurro.- Voy a ser libre.
- Me vas a liberar.- dice burlandose de mi, mientras siento como se me cae el mundo encima.- Te voy a vender querida, despues de tantos meses de estar aguantandote vasa ser problema de otro. Al final el secuestro de la fogata humana va a servir de algo. - Mientras miro a ese hombre, siento como me quema todo el interior. Siento como me falta el aire, y como todos los dias, siento ese horrible sentimiento de vacio. - Nos marcharemos al alba. Estate preparada para entonces.
Sin decir nada mas se marcha dejándome sola, dandodole vueltas a los pensamientos de mi cabeza.

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La daga del principe perdido.
ФэнтезиUn principe, perseguido. Una doncella secuestrada. Un amor prhobido. Un entrenamiento para sobrevivir. Un secreto bien guardado. Dos almas perdidas.