Capítulo 1: Mis problemas

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Hola, ¿cómo están? Acá con otra historia. Me encanta arruinarme la vida. Bueno, una explicación: aquí nos sentamos, no en el hockey, sino en otra cosa. Déjame explicarte.

Riley Andersen, una empresaria con mucho dinero, tiene una novia de ya 3 años llamada Melisa y esconde un gran secreto, muy grande, por cierto.

Valentina Ortiz, la secretaria de Riley, y ella se conocen desde hace un buen tiempo y llegan a ser buenas amigas.

Bueno, empecemos.

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Val entró a la habitación después de tocar varias veces y no obtener respuesta.

Aunque solo eran las cinco de la tarde, el lugar ya estaba en completa oscuridad. Las luces apagadas y las gruesas cortinas cerradas le daban la apariencia de una cueva.

Y en medio de la habitación, sobre la gran cama y bajo las cobijas, había un bulto. Al verlo, Val suspiró resignada. Caminó de un lado a otro un par de veces hasta que decidió ir hacia la ventana y abrir las cortinas, dejando que los rayos del sol iluminaran el lugar.

- ¿Riley? - preguntó, acercándose a la cama con cuidado, pero no obtuvo respuesta. - ¡Vamos, Riley, sal de ahí! - jaló las cobijas para quitárselas de encima, pero Riley las tenía muy bien sujetas y no pudo hacerlo. ¡Riley, suéltalas! - le pidió mientras seguía jalando.

- ¡No quiero! - gritó la ojiazul, aún bajo las cobijas.

Por lo menos dime qué fue lo que pasó esta vez.

Riley asomó la cara bajo las cobijas y Val se puso en cuclillas para verla.

- Melisa me botó.

-¡¿Terminaron?! ¿Por qué?

Melisa era la novia de Riley desde hacía tres años. Y, aun cuando tenían sus diferencias y sus pequeñas discusiones, la mayoría del tiempo eran todo amor.

-Nos peleamos.

-¿Qué le hiciste?

Al escuchar la pregunta, Riley se sentó de un salto, indignada.

-¡¿Por qué supones que fue mi culpa?!

-Entonces, ¿qué fue lo que te hizo?

-¡No lo sé! ¡Estábamos bien! Pero luego hablamos del pay de manzana y comenzamos a discutir.

- A ti no te gusta el pay de manzana.

¡Exacto! ¡Pero ella no lo sabía! ¡Después de tres años, no sabe que no me gusta el pay!

¿De verdad terminó contigo por un pay?

- No tengo idea. El pay fue lo de menos. Discutimos por muchas cosas y, al final, me cortó. ¡Simplemente me cortó!

Val se limitó a mirarla, tratando de pensar en algo bueno para decir. Pero la verdad, no tenía idea de qué hacer. Riley y Melisa ya habían peleado antes, pero nunca hasta el punto de terminar la relación.

- Y... ¿Qué piensas hacer?

Riley gruñó ante la pregunta y se acostó de nuevo en la cama.

No tengo idea. Y lo peor es que se supone que este fin de semana le pediría que se casara conmigo.

¿Entonces quieres que cancele tu vuelo y la reservación? preguntó Val, sacando de inmediato su agenda electrónica.

¡No! -dijo Riley, saltando de la cama y asustando a Val. - ¡Que Melisa se vaya al demonio! ¡Si quiere terminar, está bien! ¡Nosotras disfrutaremos del viaje! Riley bajó de la cama y fue directo a abrir su clóset. Sacó una maleta y comenzó a meter un montón de ropa y hacerla bolita.

- Espera un momento, ¿cómo que nosotras? - preguntó Val confundida, mirándola ir y venir por la habitación.

- Pues sí. Tú y yo nos vamos a Verona.

- ¡¿Qué?! ¡Yo no puedo ir a Verona! ¡Tengo mucho trabajo pendiente y muchas cosas que hacer!

- Las harás después. Anda, ve a tu casa y empaca.

- Pero Riley, no puedo acompañarte.

Riley dejó de empacar y se acercó peligrosamente a Val, acorralándola contra la pared y logrando ponerla nerviosa.

- Eres mi asistente y tienes que hacer lo que yo quiera y mande - dijo con malicia. Riley sonrió.

- Pero...

- Pongámoslo así, Val. Si no vas conmigo, estás despedida.

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¡Hola! ¿Cómo les pareció? Estuvo bien. Tal vez esto se actualice cada martes o miércoles. No sé, pero este capítulo es para ver cómo le va. adiós.

 adiós

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