*Yo soy Gohan* es una historia llena de *aventura*, *acción*, *romance*, *Reencarnación* y un buen toque de *harem* ambientada en un universo alternativo de (Dragon Ball).
Tras la trágica muerte de Goku, Gohan asume el rol de protector de la Tierra...
Gohan esquivó el golpe de Vegeta moviéndose rápidamente aisa un hacia un lado, aprovechando la apertura para lanzarle una fuerte patada al estómago, se abalanzó contra el para propinarle un certero rodillazo en el rostro, haciendo que la nariz de Vegeta comenzara a sangrar.
Sin darle un respiro, Gohan se movió a una velocidad impresionante, manteniendo a Vegeta en el aire con una serie de golpes consecutivos, cada uno más rápido y preciso que el anterior.
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Finalmente, Gohan retrocedió un instante, y de sus ojos salieron dos rayos escarlatas que impactaron directamente en el traje de Vegeta, desintegrándolo al instante y dejando al príncipe saiyajin sorprendió y sin aliento.
El impacto de los rayos dejó a Vegeta con graves quemaduras. Despertando su ira, el príncipe saiyajin se transformó en Super Saiyajin de tercer grado, su musculatura y fuerza aumentaron drásticamente.
Vegeta lanzó una ráfaga de golpes con toda su potencia, pero Gohan, en su estado normal, resistió cada embate, esquivando con agilidad y aguardando su oportunidad.
Gohan, al detectar una abertura en la defensa de Vegeta, concentró su energía en su mano derecha, formando una esfera que brillaba con intensidad. En un instante, pego la esfera directamente al rostro de Vegeta, creando una explosión que lo dejó desorientado y tambaleándose en el aire.
Aprovechando la oportunidad, Gohan liberó su poder y se transformó en Super Saiyajin, su energía vibrante iluminando el campo de batalla.
Rápido como un rayo, Gohan emergió de entre el humo y atacó con un cabezazo feroz al abdomen de Vegeta, quien sintió el impacto retumbar en su cuerpo mientras era impulsado hacia el suelo.
Vegeta cayó pesadamente, su respiración entrecortada y su cuerpo adolorido, pero con los ojos aún llenos de determinación.
La batalla continuó ferozmente, y tras una intensa hora de combate, Gohan, jadeando frente a un Vegeta visiblemente cansado, alzó la voz.
Gohan: Sí, mi padre ya no está, pero tienes que entender algo... Aquellos que realmente nos importan nunca nos dejan del todo. Siguen con nosotros, observando cada paso, y cada decisión que tomamos. Y sé que mi padre jamás aprobaría en lo que te estás convirtiendo ahora.
Vegeta, con un destello de comprensión en sus ojos, bajó la cabeza.
Vegeta: Perdóname... No sé en qué estaba pensando.
Has crecido, y veo que te has convertido en un auténtico saiyajin. Me tranquiliza saber: que Bulma tenga a alguien así a su lado.
Gohan sonrió, conmovido por las palabras del príncipe.