•Capítulo Cuatro | Ya cállate.

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No sabía que hora era.

Sentía que la cabeza le iba a explotar de la borrachera de la noche pasada.
Con sus manos en su cabeza se sentó en la cama y abrió los ojos.

Observó la habitación.

No era la suya.

—¿Dónde estoy? —susurró para si mismo.

Vió que había un espejo en una de las paredes de la habitación.
Intentó ponerse de pie, pero cayó al instante, su trasero dolía horrible.
Intentó recordar lo que había pasado.

—Ah, mierda.

Su recuerdo fue el y un tipo desconocido follando. El rostro de el no se le hacía conocido.

Con dificultad; se puso de pie y fue hacia el espejo. Vió su reflejo y solo tenía una camisa blanca de botones, manga larga, que ni parecía ser suya, ya que le quedaba enorme.

Tenía moretones en todo el cuello y marcas, se desabrochó la camisa para ver su cuerpo, y suspiró con lo que vió.

Su cintura tenía marcas de unas manos grandes, al igual que su cadera.  En sus piernas y muslos tenía chupetes, marcas de tono rojo. Había un pantalón ahí, quizás era el suyo; la verdad no recordaba la ropa que uso la noche anterior.

Fue directo hacia la puerta y la abrió.
Caminó por los pasillos del lugar donde estaba, pero esa no era la casa de Jackson.

Bajó las escaleras y un hombre con un traje le habló.

—¿Quién eres tú y qué haces aquí? —le dijo.

—Ah, y-yo no sé... —masculló apenas.

Una sirvienta llegó.

—El es el chico que trajo en la madrugada el señor Jeongguk. —dijo ella. —El señor dijo que no te dejemos salir.

Taehyung le vió incrédulo —¿Qué?, para empezar tu señor Jeon no sé qué no puede retenerme aquí y segundo, ¿Creés qué- —Taehyung fue interrumpido.

—Y tercero, soy Jeongguk, niño. Y sí yo quiero que te quedes aquí así será por el simple hecho que yo quiero.

Taehyung volteó a ver donde provenía la voz y, era un hombre de traje negro cabellos morados.
Para especificar, el mismo de la fiesta.

—No seas estúpido —el pelinegro le insultó.

Todos callaron al escuchar, tenían miedo; todos sabían que al señor Jeon nadie le podía insultar si no, ya sabían las consecuencias.

—Sungwoon, trae al mocoso irrespetuoso.

Sin decir más, Jungkook subió las escaleras hacia el piso de arriba de su gran mansión.

Taehyung gritaba y pataleaba para que Sungwoon lo soltara, pero era casi imposible; tenía mucha fuerza.

—¡SUÉLTAME! ¡MALDITO IDIOTA! —gritó, todas las sirvientas ahí le veían.

El hombre que lo había agarrado a la fuerza lo tiró en la misma habitación en la cual había despertado.

Taehyung se levantó del suelo y corrió hacia la puerta con intención de lograr salir. Pero el guardia fue más rápido y cerró antes de que el llegara.

—¡MALDITO HIJO DE PUTA! ¡OJALÁ Y TE PASE UN CAMIÓN ENCIMA POR MIERDA! —gritó el azabache mientras golpeaba la puerta una y otra vez.

—¿Es necesario que maldigas cada cinco segundos?

Taehyung volteó a ver en dirección donde le habían hablado. Al ver al pelimorado rodó los ojos y le sacó el dedo medio.

Jungkook estaba sentado en la cama.
Taehyung, por su parte seguía golpeando la puerta y maldiciendo.

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⏰ Última actualización: Nov 16 ⏰

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