El local era pequeñito, apenas tenía una barra para atender a los clientes y montar los ramos y un espacio que estaba completamente lleno de flores, colocadas todas ellas a distintas alturas con la intención de economizar espacio y que se viesen bien a simple vista. Para Martin era más que suficiente. Había sido el sueño de su vida, había ahorrado durante años para poder comprar aquel local mientras trabajaba con María, la señora que le enseñó todo sobre las flores.
Martin, emprendedor y con ganas de enseñarle a todo el mundo todo lo que una simple flor podía decir, abrió a la vez que la floristería cuentas en todas las redes sociales, para subir contenido a diario y así ganar algún que otro cliente.
Los inicios fueron muy duros: apenas ganaba para poder hacer frente a los gastos que la compra de las flores generaban. Los clientes tardaron en aparecer, los pocos que frecuentaban la floristería eran aquellos que eran derivados de la de María, que había cerrado por jubilación. Martin los conocía y sabía que eran clientes fieles, pero no eran suficientes para conseguir mantenerse a flote.
Poco a poco, las redes sociales fueron haciéndose más relevantes. Los seguidores de su cuenta de TikTok subían como la espuma, y Martin se sorprendía de la cantidad de gente a la que aquel contenido sobre flores y ramos le interesaba. Los clientes empezaron a crecer también, llegando al punto en que se vio en la necesidad de ampliar el local, por lo que compró un pequeño establecimiento pegado al suyo que había convertido en un almacén y en un pequeño despacho desde el que contactaba con los proveedores y gestionaba las entregas.
Cuando todo el trabajo le sobrepasó, siendo incapaz de atender a las decenas de clientes que entraban cada día en la floristería y de encargarse de la logística, tuvo que contratar a una persona para hacerle el trabajo más ameno y no llegar a odiar la pasión de su vida. Entrevistó a muchas personas, pero ninguna terminaba de convencerle: todas decían ser entusiastas de las plantas y demostraban saber muchísimo sobre las mismas, pero ninguna le transmitía la paz que él buscaba. Un día, cruzó la puerta Chiara, una chica de pelo negro, ojos verdes y despiertos y sonrisa imperturbable. Tenía un aura pura, una serenidad que lo envolvía todo y, aunque era despistada, Martin sabía que el puesto era para ella. La conexión que sintieron fue instantánea, haciendo que todo el trabajo fluyese de forma sencilla.
Con el tiempo, Martin se vio en la obligación de trasladar su trabajo al pequeño despacho, dejando a Chiara a cargo de la atención a los clientes. Empezó a abrumarse, lo que más feliz le hacía de su trabajo era precisamente eso, aconsejar a las personas a elegir las flores oportunas para cada momento, no quería renunciar a esa parte pero sabía que si quería que el negocio continuase creciendo debía dedicar más horas al trabajo de oficina. Aún así, se negaba a renunciar totalmente a esa parte, por lo que un par de días a la semana, por las tardes, los pasaba creando contenido para redes y atendiendo a las personas que entraban por la puerta.
Uno de esos días, en plena grabación de un TikTok sobre las rosas, la campanita que los avisaba de que un cliente había entrado sonó. Martin estaba en el almacén, había ido a buscar unas rosas amarillas para el vídeo.
- ¡Ahora mismo voy, un segundito! - Gritó para que la persona que acababa de entrar lo escuchase. No recibió respuesta, por lo que se apresuró en coger las rosas y volver a la tienda.
Lo primero que vio fue su espalda, ancha y fuerte. Los brazos moviéndose suavemente, acariciando los pétalos de las flores como si fuesen de cristal, los músculos tensándose bajo la camiseta de manga corta que llevaba. Después se fijó en su altura, pensó en que debía ser unos cuantos centímetros más alto que él. Cuando se giró, se detuvo a observar su perfil, su nariz. Le vino a la mente el pensamiento de que estaba tallado por los mismísimos dioses. Lo sacó del trance en el que se encontraba su voz.
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Flores
Short StoryDonde Martin es dueño de una pequeña floristería o Donde Juanjo acude a dicha floristería buscando un ramo para una persona muy especial