Instituto Valley Hall

3. Oswell y John

Había hablado con Thian tanto rato que olvidé qué hora era. En fin, tuve que volver a clase, específicamente una clase dónde nos mezclaban y tenía que pasar la hora emparejado con John, la cual cosa, sinceramente, no me parecía nada bien. Quiero decir, ¿por qué yo? Si ni si quiera soy listo, ¡y van y me ponen con ese alelado! Todo mal, todo mal. Sin tener en cuenta que tenía que pasar una clase sin Thian, que también era horrible porqué estaba disfrutando mi pequeña misión. En fin, me dirigí a clase de biología con la cabeza hacia abajo y mis materiales en la mano, una libreta no muy nueva que había sacado de quién sabe dónde, un lápiz que me dejó la profesora porque nunca llevaba el mío y la goma de borrar de mi compañera Alma porqué ella no la necesitaba y yo sí: Alma era una fan certificada de los bolígrafos negros. En fin, fui a biología y me senté al lado de John, qué remedio. Instantáneamente, hizo el ruido de un camión aparcando porqué siempre tiene que hacer bromas de los cuerpos de la gente, haciéndome sentir más mal de lo que nunca me he podido sentir viendo esos chicos con tableta de chocolate en Pinterest. John me vaciló todo el rato mientras yo intentaba hacer el trabajo y Mara, mi amiga que es más lista que toda la clase junta, me respondía todas las preguntas a regañadientes porqué esa mujer siempre se está estresando. Mara me confundía muchísimo. La mirabas y a veces pensabas que era el ser más homosexual del universo entero, pero realmente tenía novio y estava muy pero que muy obsesionada. Aunque antes de eso, siempre se estaba obsesionando con un chico diferente cada semana, cualquiera se habría pensado que eso le iba a durar el novio. En fin, Mara y su novio son un tema para otro día, que para discutir esa tiene un buen rato, ¡Habla más que un loro! Pero voliendo a biología, John parecía pasárselo muy bien. Y mientras trabajaba, tengo que reconocer que a veces le miraba un poco. Vamos a ser sinceros, los chicos más estúpidos, en muchas ocasiones, tienden a ser bastante guapos. Y John es uno de esos casos, es guapo y tiene un cuerpazo, aunque estas cosas se rebajen con su gilipollez y su cuestionable elección de cortes de pelo. Al final la clase se pasó y volví a mi lugar usual para hablar con Thian que ahora se habría unido a mi grupo, el cual también vino en esa ocasión y les presenté.

Había hecho la clase de biología con Oswell y aproveché el hecho de que ahora se hablaba con Thian para hacer unas cuantas bromas relacionadas con su sexualidad y, al aparecer Mara para ayudarle con su trabajo, también lo tuve que comentar. No me iba a esforzar en trabajar, ¿para qué? En  fin, me lo pasé de lo lindo tirando bolas a la profesora de biología, aunque por algún motivo, sentía que faltaba algo... Alguien. Thian. No paraba de pensar en él y estaba seguro de que algo me pasaba con ese chico, nunca había sentido algo así aunque se me había hablado de un sentimiento similar, pero... No podía estar enamorado de Thian, porque entonces sería gay y yo no era gay, a mí me gustaban las chicas; o eso pensaba. De hecho, después de pensarlo durante aproximadamente cinco minutos, decidí que simplemente le odiaba mucho y mi cerebro confundía los químicos o lo que sea. Maldito cerebro... En fin. Iba por el patio y me encontré a Thian otra vez, aunque por alguna razón, esta vez decidí hablarle de manera normal y decente, le pregunté cómo estaba y lógicamente, me respondió de forma seca, la cual cosa hizo que me ofendiera y me fuera enfadado, porqué claro, no tiene derecho a hablarme mal. Estaba siendo amable con él y va y me habla mal, qué amargado.

Hablaba con Thian cuando se presentó John a reírse de nosotros, como siempre. Nunca había sido posible entablar una conversación con John sin que se riera de mí, situación que era bastante inevitable hasta para el plano de persona más perfecta. Siempre, pero que siempre encontraba algo, un día en el que se había alguien sentido más mal o un pequeño comentario fuera de lugar escapándose. Y yo era el indicado para encontrar ese tipo de errores. Siempre sentía que si me cosiera la boca, la vida de todos sería mucho mejor. Así no haría esas bromas que resultaban no ser nada graciosas que me hundían en la vergüenza, así no dejaría salir el tipo de frase del estilo de Oswell. La verdad es que ser Oswell delante de otras personas nunca fue fácil. Todo el mundo me tomaba como broma o ni siquiera me veía hasta un punto en el que decidí desahogarme en la autoburla, antes de que los demás pudieran reírse de mí. Quizás eso minimizaba en mi cabeza lo que me decían. En fin, de una manera u otra siempre acababa contribuyendo a las charlas sin sentido de John, de alguna manera encontraba la manera de usar mi poco autocontrol con las palabras como argumento para justificar la forma en la que me trataba. ¡No podía dejar que tratara de la misma forma a Thian! Thian era tan guapo y amable, tan sutil... No podía dejar que corrumpiera algo tan maravilloso, no podía. Miré a John de la forma más fría que pude mientras le preguntaba a Thian qué tal estaba y cómo le iba la primera semana. Nunca entenderé la audacia de este muchacho, la forma en la que preguntaba algo así después de amargarle la existencia por tres horas seguidas. Me alegré internamente cuando Thian le respondió defensivamente a John, no sé por qué. La verdad es que eso me hizo pelearme conmigo mismo internamente. Thian era un ser majestuoso y yo me estaba alegrando por que no se llevara bien con John. ¡Tendría que ser al revés! Tendría que, aunque conservando mi repulsión con John, sentirme al menos mínimamente mal por el hecho de que mi nueva obsesión no tuviera la entrada al instituto demasiado acolchada que se dijera. Pero por alguna razón, no podía aguantar el imaginarme a Thian llevándose bien con John.