—¡tonto papá!— exclamó Ichiro apareciendo en el salón de la Escuela Invisible.
—hola Ichiro, que sorpresa tenerte por aquí, oh cierto, es hoy—dijo Shingo sin apartar la vista de un libro.
—no me has dicho nada para ir a comer algo y tampoco fuiste a verme— se quejó Ichiro muy molesto quitándole el libro y arrojandolo lejos.
—¡Ichiro! Iba a ir después de terminar está lectura.
Además si ya no te he dicho nada fue por qué el año pasado habías rechazado de nuevo mi invitación, dijiste que eso no era importante ¿lo recuerdas?
Entonces, no quería molestarte... — dijo Shingo con un dejo de dolor en su voz.
Ichiro solo suspiró molesto mirando para otro lado.
—como sea, es momento de que tengamos esa platica— dijo Ichiro mirándolo fijamente.
Shingo se sobresaltó y sus facciones se tenzaron al oír eso.
—como lo supuse... Lo olvidaste—dijo Ichiro un poco irritado.
—claro que no pero...
—"Ichiro cuando seas adulto hablaremos sobre esto" dijiste esa noche, después de eso cambiaste, esa noche dejaste de dormir conmigo, te volviste distante.
Eso me dolió tanto que quería odiarte y por eso comencé a llamarte tonto papá.
Solo era un adolescente que no entendía nada sobre sentimientos y esas cosas, aún sigo sin entender.
Incluso pensé que solo era cosa del momento, pero no es así...
—Ichiro, lo siento, nunca fue mi intención lastimarte, no supe como manejarlo y también pensé que era cosa del momento, pero me di cuenta de que no era así unos días antes de llevarte a vivir al mundo humano —
—sí, pero tengo el sueño muy ligero. Además puedo sentir casi cualquier presencia.
Esa noche como otras tantas, te acercaste, pero esta vez me acariciaste las piernas y el cabello, ibas a besarme también pero no lo hiciste.
Esa vez el problema fue que eso me hizo sentir cosas... También supe que tal vez la noche siguiente o en algún momento ibas a hacerlo de nuevo y se que ya no solo harías eso. No solo te quedarías un momento viéndome dormir—
Ichiro mira para otro lado nervioso.
—por eso me enviaste al mundo humano... Solo debías decir que te molestaba y ya—dijo Ichiro molesto caminando hacia el portal.
—¡Ichiro no!— grita Shingo tomándolo del brazo para detenerlo.
—hace tiempo ya había pensado en lo del instituto Milenarista, lo había hablado con Mephisto II y estuvo de acuerdo, entonces fue por eso.
Ichiro, entiende por favor, para mi es difícil también. Se supone que te traje conmigo para criarte como mi hijo, entonces ¿qué hice mal?—
—nada, yo soy el problema, por eso mis padres verdaderos y el conde, por que ahora se que Strophaia no, me abandonaron. Debiste dejarme en ese lugar... Por mi causa tu ya no eres Akuma-Kun, debes odiarme por eso— dijo Ichiro agachando la mirada.
—¡claro que no Ichiro! ¿cómo podría odiarte? Y no, no iba a dejarte allí— dijo Shingo abrazándolo.
—Ichiro, jamás te abandonaría, aun si tu me odiaras, nunca— dijo Shingo viéndolo fijamente.
Sin dudarlo Ichiro lo besa con intensidad, esta vez Shingo corresponde a su beso...
Ichiro se sobre salta ante eso.
—Te dije que esa vez había sentido cosas... Por eso es difícil para mi, más ahora que ya eres adulto...
—entonces tu también me ves diferente —
Shingo asiente en silencio.
—quise negarlo desde esa vez, pero bueno... Por eso solo se me ocurrió decirte que lo hablaríamos después. No sabía que decir o hacer, fue muy repentino y realmente no me lo esperaba —
—yo tampoco, pero esa noche ya no pude evitarlo... Entonces sin dudarlo lo hice...
—está bien hijo, no hiciste nada malo — dijo Shingo viéndolo con ternura y acariciando su mejilla.
Ichiro vuelve a besarlo con pasión.
—te deseo, quiero que tu me enseñes, que me muestres como se hace...
Shingo se ruborizó mucho al oír eso.
—¡¿cómo?!—
—sabes de que hablo, no te hagas —
—claro que sí, ¿Ichiro tu nunca?...
—no, apenas si me masturbo aveces pensando en ti— dijo Ichiro avergonzado.
Shingo se vuelve a sonrojar pero respirando profundo dice:
—está bien, pero de a poco, tu no eres cualquiera y creo que yo para ti tampoco, se que hoy en día estas cosas cambiaron y que ahora la gente tiene sexo así como si nada, pero...
—lo sé, tu eres el que sabe, además no voy a hacer algo que no quieras— dijo Ichiro abrazándolo.
—Ichiro, entiendes que esto va a marcar un antes y un después en nuestras vidas ¿verdad?—
—sí, lo sé, hace tiempo que lo pienso mucho, pero aun así este sentimiento sigue y es lo que quiero, estoy seguro de eso—
—bien, entonces primero vayamos a comer ramen, o bueno lo que tu quieras — dijo Shingo sonriendo y tomando la mano de Ichiro.
—está bien, se que hace tiempo querías que comamos juntos ramen—
Así cruzaron el portal...
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