Un Amor no tan imposible (El hermano de jorel)

El hermano de jorel y marcin en acción

(ignoren el logo de CartoonNetwork xd)

El Hermano de Jorel salió de casa temprano, sintiéndose más fuerte y decidido después de semanas de entrenamiento. Caminó hasta la escuela bajo el cielo despejado de la mañana, disfrutando del viento fresco y el silencio que lo acompañaban en sus pensamientos. Al llegar a su salón, se sentó en su lugar habitual, mirando distraídamente por la ventana mientras esperaba la llegada de la Profesora Adelaide.

De repente, Marcin, su compañero y amigo de tez morena, se sentó a su lado, dándole un golpecito en el hombro para llamar su atención.

Marcin: "Oye, ¿qué te parece si vamos después de clases al centro comercial Shotsners & Shotsners? Podríamos ver las nuevas tiendas y, bueno, tú sabes... explorar un poco."

El Hermano de Jorel se quedó pensativo por un momento, recordando aquella vez que Rambozo, el temible payaso policía militar, los persiguió sin descanso a él y a Lara por el centro comercial. La imagen de Rambozo, con su sonrisa espeluznante y su risa demente, pasó por su mente. Pero El Hermano de Jorel, intentando aparentar valentía, asintió con una sonrisa nerviosa.

El Hermano de Jorel: "Claro, Marcin. Está bien, iré contigo... solo, eh, intentemos no cruzarnos con ningún payaso, ¿verdad?"

Marcin soltó una carcajada y le dio una palmada en la espalda, emocionado por la aventura que les esperaba.

Cuando llegó la hora del receso, El Hermano de Jorel salió al patio, sumido en sus pensamientos sobre nuevas técnicas de Gigitsu que podría practicar. Se encontraba imaginando movimientos y posturas cuando Samantha, la brabucona grande de piel verde, se acercó con una mirada desafiante. Sin decir una palabra, señaló una pelota de fútbol que había caído a los pies de El Hermano de Jorel.

Samantha: "¿Qué esperas? ¡Pásame la pelota! Y hazlo rápido."

Sin pensarlo mucho, El Hermano de Jorel le dio un pase suave, pero esto no pareció complacer a Samantha, quien frunció el ceño, claramente molesta.

Samantha: "¿Eso es todo? ¿Estás burlándote de mí, tonto?"

Antes de que pudiera reaccionar, Samantha levantó su puño, dispuesta a darle una lección. Sin embargo, El Hermano de Jorel recordó sus enseñanzas de Gigitsu y, con calma, esquivó el golpe, girando hábilmente en el lugar. Con movimientos suaves y controlados, bloqueó otro de sus ataques y se colocó en una postura defensiva.

El Hermano de Jorel: "No quiero pelear contigo, Samantha, pero... si insistes, no me quedaré quieto."

Samantha, sorprendida por la agilidad y confianza de El Hermano de Jorel, intentó lanzar otro golpe, pero él lo desvió con precisión, aprovechando su entrenamiento en Gigitsu. Poco a poco, Samantha comenzó a retroceder, desconcertada, hasta que finalmente se alejó murmurando para sí misma.

Después de la pequeña confrontación con Samantha, El Hermano de Jorel se sentó en una esquina tranquila del patio y sacó su desayuno. Tenía un huevo perfectamente cocido acompañado de espinacas frescas, que había empacado con cuidado esa mañana. Estaba a punto de dar el primer bocado cuando vio a Lara acercarse, un poco distraída, pero con una sonrisa en el rostro.

Lara: "¡Hola! Te traje esto... pensé que te gustaría."

Le ofreció un pastel de chocolate envuelto en una servilleta, y El Hermano de Jorel la miró con sorpresa, pero aceptó el pastel con una sonrisa.