El Héroe Maldito.

Capitulo 1

Capítulo 1: Fragmentos del pasado... (Parte 1)

El sol del atardecer bañaba las calles de Musutafu con una cálida luz anaranjada, proyectando sombras largas que parecían estirarse como dedos sobre la acera. Izuku Midoriya, con su cabello rizado y ojos llenos de determinación, caminaba por las calles con su cuaderno de análisis de héroes apretado contra el pecho.

Aunque el día había sido agotador después de todo, Katsuki Bakugo, su viejo amigo, no lo dejaba de molestar desde hace ya un buen tiempo.

No iba a dejar que el rubio frenara su entusiasmo heroico que lo caracterizaba, su libro era una prueba de ello, siempre llevaba animos por aprender y analizar, siempre buscando una oportunidad para acercarse más a su sueño de ser un héroe.

Un héroe como All Might.

Se detuvo en una esquina, absorto en sus pensamientos mientras anotaba algunas ideas sobre estrategias de rescate en zonas urbanas. La ciudad a su alrededor vibraba con la actividad diaria, los sonidos de las conversaciones y el tráfico creando una sinfonía familiar.

De repente, un estruendo rompió la calma, seguido por un temblor que hizo vibrar el suelo bajo sus pies. Izuku levantó la cabeza, sus ojos ampliándose al ver una columna de humo negro elevarse a pocas cuadras de distancia. Las alarmas y los gritos empezaron a llenar el aire, convirtiendo el murmullo de la tarde en un caos ensordecedor.

Un ataque... aquí mismo en la ciudad, pensó, sintiendo su corazón acelerarse. Sin dudarlo, guardó su cuaderno y comenzó a correr hacia la fuente del desastre, esquivando a la multitud que huía en dirección contraria. Su respiración era rápida, sus piernas temblaban de adrenalina y miedo, pero la necesidad de ayudar lo impulsaba hacia adelante.

Cuando llegó al lugar, la escena era peor de lo que había imaginado. Un villano de apariencia grotesca, su cuerpo formado por sombras y tentáculos que se retorcían como serpientes, estaba destruyendo edificios y enfrentando a un héroe profesional. A un lado, escombros y fragmentos de concreto bloqueaban las calles, y los gritos de las personas atrapadas llenaban el aire.

Un sonido suave, casi imperceptible, llegó a sus oídos: el llanto de una niña. Izuku la vio, atrapada bajo una parte de los escombros de un muro caído, pudo apreciar de primera mano esos ojos grandes y llenos de terror.

—No puedo quedarme de brazos cruzados— pensó el chico, y sin importar que no tuviera un quirk, corrió hacia la niña en peligro.

—¡Tranquila, te voy a sacar de aquí!— dijo, esforzándose por sonar confiado mientras intentaba mover los escombros.

Sus brazos temblaban con el esfuerzo, y por un momento, la duda y la impotencia volvieron a asomar en su mente. Pero el miedo en los ojos de la niña lo hizo apretar los dientes y seguir empujando.

Antes de que pudiera lograrlo, sintió un movimiento a su lado. Un tentáculo del villano se giró hacia él, moviéndose como un látigo.

Izuku solo tuvo tiempo de ver una sombra antes de que un dolor sordo lo golpeara en el costado y lo lanzara contra el suelo con violencia. Todo a su alrededor se volvió borroso, y luego negro.

...

Izuku despertó en un lugar oscuro y frío. No había suelo bajo sus pies ni cielo sobre su cabeza; solo una negrura que parecía infinita. Un murmullo, como un susurro lejano, lo rodeaba, haciéndolo temblar.

—¿Dónde... estoy?—murmuró, su voz resonando débilmente en la oscuridad. Entonces, una presencia se hizo sentir, una que lo observaba desde las sombras, y unos ojos rojos brillaron en la penumbra.