Prólogo

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—Te amo, mi vida— susurró el alfa luego de besar tiernamente a su omega. 

Se encontraban comiendo en un restaurante de esos caros. El omega simplemente le acarició la mejilla y se separó para beber un trago del vino blanco. 

— Se que apenas llevamos dos años pero admito que desde que nos conocimos nos he imaginado cuidando a niños que tengan tus hermosos ojos. 

El omega tosió por la sorpresa de las palabras del alfa. 

—Ejem, Victor, cielo. A mi tambien me encantaría tener hijos y formar una familia pero es muy temprano aun ¿no? — habló rapido con nerviosismo.

—Si, pero ya tenemos la edad, tu tienes veintitrés y yo veinticincos— contestó tomando las manos del omega para besarle los nudillos. 

—Si, lo se… comamos que a eso hemos venido, a festejar nuestro feliz, feliz, feliz aniversario— dijo el omega sonriendo. 

Y asi pasó su cena entre risas y palabras de amor. Hasta que tocó el momento de volver a sus hogares porque aunque ya lleven dos años de novios aun no viven juntos. 

—¿Entras? —cuestionó el omega con una sonrisa de medio lado mientras se balanceaba suavemente de un lado a otro muestra de su impaciencia al ver que el alfa no le contestaba por buscar algo en sus bolsillos— en mi habitación tengo preparada una champaña, dos copas, una cama con pétalos y una caja de condones— delató bajamente con picardia mirando aun como el alfa seguia buscando para solo resoplar y murmurar un “diablos, se me olvidó” 

—¿Ah? Ah, perdon, mi amor, mañana tengo una junta importante y no quiero llegar cansado. Sospecho que mi jefe me quiere ascender de lugar, tengo que dar mi mejor imagen. 

— Ah… No te preocupes, no pasa nada, nos vemos. 

— Nos vemos, cariño. 

—Suerte con tu junta mañana— le deseó el omega viendo al alfa ingresar al auto. 

Se quedó un rato más admirando la noche y disfrutando de la brisa fresca. 

— ¿Ese es tu novio? — preguntó el omega señalando con su dedo desde las gradas hacia la cancha a un jugador moreno

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— ¿Ese es tu novio? — preguntó el omega señalando con su dedo desde las gradas hacia la cancha a un jugador moreno. 

—No, mi novio es el que juega de siete— Contestó la beta— ¿El tuyo cuál es?. 

El dia estaba lluvioso pero eso no impedia a que el estadio se llene de hinchas ansiosos por motivar a su equipo. 

—No, no tengo novio— mintió por alguna extraña razon.

Sus ojos no podian despegarse del jugador numero nueve, el cual ya habia cometido tres goles en este primer tiempo, haciendo enfureser a la hinchada porque su equipo estaba perdiendo y el equipo visitante daba por hecho que la victoria era de ellos. 

Nunca tuvo mucha pasión por el futbol, estaba en ese lugar camuflado de hincha porque su amigo era novio de uno de los jugadores del equipo que estaba ganando-el equipo Fairk-. 

Le pidió ir con él porque su familia hoy estaba ocupada y no lo podian acompañar, la muchacha con la que charlaba era una novia del equipo al que supuestamente alentaba-el equipo hictol-. Y su amigo fué al baño y esta muchacha aprovechó para sacarle charla. 

—¿Otro gol? —preguntó su amigo al volver y sentarse sobando su vientre. Si, estaba embarazado. 

—Del mismo, mira, Karl va a patear el penal— Karl es el novio de Gabriel, su amigo. 

Y la cancha quedó en silencio luego de aquel gol y dar por terminado el primer tiempo. 

Luego de ver el segundo el equipo Hictol perdió dejando enfurecidos y tristes a sus hinchas y a la beta novia del jugador siete. 

Ahora estaba en una fiesta de celebracion del equipo Fairk. Haciendo cosas que nunca habia hecho y ahora quizas las hacia por despecho. Fumaba y bebia mientras le bailaba a la extrella del partido. 

Se le acercó y este lo tomó de la cintura colocandolo en su regazo. 

—¿Cómo te llamo? — le preguntó al oido antes de besarle el cuello. 

—M-mi nombre es Cian ¿el tuyo?.

—Kali. 

Kali se llevó luego de unas horas a Cian a un dormitorio de la finca

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Kali se llevó luego de unas horas a Cian a un dormitorio de la finca. Los besos no se detenian, si no le besaba la boca le besaba el cuello. 

Llegaron a la cama y Cian se separó de Kali arrodillandose frente a la cama mientras Kali se bajaba su propio pantalon junto con el boxer dejando salir su no tan erecto pene. Cian lo miraba expectante deleitandose con esa imagen.

Luego de acomodarse bien Cian tomó el gran pene de Kali en sus manos masajeandolo de arriba a abajo lentamente. Luego acercó su cabeza y con su boca dejó un beso en la punta y despues la empezó a succionar. 

Pasó la lengua por todo el largo y cuando se detuvo abrió su boca empezando a meter el pene en su boca. Subía y bajaba. 

El resto que no le cabia en la boca lo tomó con la mano y con eso se propulsaba a ir cada vez mas profundo. Sacandole suspiros a Kali. 

La entrada de Cian se dilataba cada vez más. Kali reposó su mano en la cabeza de Cian y a los minutos lo tomó del pelo follandole la boca. 

Cian empezó a hacer gargaras cuando Kali se le vino en la boca. 

—¿Te viniste chupandomela? — Preguntó Kali luego de desplomar a Cian en la cama tocando su abdomen. 

Cian solo lo miró cegado por la lujuria. Su mente no podía procesar nada y de su boca solo salían gemidos y suspiros. 

Tal vez estaba arrepentido de lo que hizo, tal vez no. Tal vez vez deba decírselo a Victor, perol seria vergonzoso decirle a su novio que disfrutó el toque de otro alfa. Que han pasado tres semanas pensando en él. Que no se lo puede sacar de la cabeza. 

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