Capítulo 3

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¿Conocen a Joji? ¿Han escuchado que su música llega justo en tu peor momento para hacerlo aún peor, pero, al mismo tiempo, hacerte reflexionar?

Es algo bastante gracioso si pensamos en su pasado tan extravagante en YouTube y todo eso. Cómo pasó de ser un creador de contenido, un tipo extraño y con un humor oscuro, a convertirse en un artista tan profundo y conmovedor.

Amo su música, es uno de mis cantantes favoritos en la vida.

Y bueno, su música llegó justo en el peor momento de mi vida.

"E" es una persona, como dice la canción Afterthought, que a veces me pedía cosas diferentes... sabes a lo que me refiero.

Odiaba cuando lo hacía. "Hated when you did it"...

Desearía que nunca lo hubiera hecho. "I wish that you didn't."...

Esa sensación de haber caído en algo que sabías que no te convenía, pero que aún así, te dejaste llevar.

Odiaba a E por eso... y a Karina también la odié. Ella estaba feliz con Jungkook, mientras yo me quedaba solo, llorando y rogando por que todo parara, por que dejara de doler.

Recuerdo una pelea súper fuerte con ella, cuando me reclamaba que me iba con E y ya no pasaba tiempo con ella. Fue irónico, ¿no? Yo siempre estuve solo, y ella, siempre acompañada.

Era como si ella nunca viera lo que yo estaba sintiendo. Siempre estaba rodeada de chicos, siempre encontraba alguien para ocupar su tiempo, y yo me quedaba al margen, esperando algo que nunca llegaba.

Y luego, cuando por fin encontré a alguien, cuando pensé que podría ser diferente con E, ahí estaba ella, reclamando mi atención, como si tuviera derecho a mi tiempo solo porque, en su mente, yo debía estar disponible para ella, como siempre lo había sido.

No entendía que yo también necesitaba a alguien. No solo para llenar el espacio, sino para que me ayudara a respirar. Pero no podía decírselo. ¿Cómo podría? Si ella solo veía lo que no le convenía.

Y ahí, en medio de todo eso, me di cuenta de que estaba perdiendo a Karina, la misma persona que había sido mi todo, mi refugio. Pero no podía quedarme con ella si todo lo que hacía me hacía sentir invisible, o como si mi dolor no importara.

''I don't wanna think about it''

''I don't wanna think about it''

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Y ahí sucedió.

E terminó conmigo, y como si fuera poco, esparció el rumor de que era gay... o al menos eso le dijo a mi madre.

Ella se puso furiosa. No podía entenderlo. Me golpeaba en el pecho, con la voz quebrada de rabia, rogándome que lo negara, que dijera que no era cierto.

-No quiero un hijo marica -me dijo con desprecio, como si esas palabras pudieran borrar todo lo que era yo.

Y me dolió, más de lo que puedo poner en palabras. No por lo que ella pensaba, sino por lo que sentí que estaba perdiendo: el amor, el apoyo, la aceptación que siempre creí que tendría de ella.

-¡Nunca fui mala persona para que fueras así! -gritó, como si todo lo que ella había hecho por mí, todos esos años de sacrificios, se desmoronaran por algo que no podía entender.

-¡Que Dios te castigue! -dijo, mientras su mano golpeaba una vez más mi pecho, esta vez con más fuerza, como si de alguna manera pudiera apartar todo lo que me hacía ser quien era.

Me quedé en silencio. No podía responder, no sabía qué decir. ¿Cómo podría? ¿Cómo explicar lo que sentía, lo que era, cuando ni siquiera yo mismo lo entendía? Pero en ese momento, sentí que todo se derrumbaba. Mi relación con E, la confianza que había perdido, y la distancia que se había creado con mi madre.

La culpa me ahogaba. No por lo que era, sino por lo que no podía hacer: por no poder cumplir con lo que ella esperaba, por no poder darle lo que ella creía que era "normal".

Sí, sé lo traumático que puede ser para un chico de 15 años, especialmente cuando es tu madre, la persona que debería ser tu refugio, quien te dice esas cosas. Es una mezcla de confusión, miedo, y dolor. No solo por lo que te dice, sino por la sensación de que el amor incondicional que esperas de ella desaparece en un segundo.

Yo... lo negué.

Lo negué porque no podía soportar la idea de perderla, de que me viera de esa manera. La verdad, mi identidad, mi ser, se desmoronaron en ese momento. No estaba listo para enfrentar todo eso. No quería que mi madre me mirara como si fuera algo malvado, algo que debía ser castigado.

Así que, simplemente, mentí.

Dije que no, que no era cierto, que no me gustaban los chicos. Que era una confusión, un rumor. Todo lo que mi madre quería oír, todo lo que yo pensaba que me salvaría, aunque en el fondo sabía que eso no era lo que realmente era.

Lo que no sabía en ese momento era que, al negar quién era, estaba negando lo más importante: a mí mismo. Y ese fue el peor error de todos.

Unos días después, me creyó.

Me abrazó, y en sus palabras pude sentir una mezcla de alivio y tristeza. Me dijo, con voz suave pero firme:

-Así deben de ser las cosas...

Y sí... así deben ser las cosas... Las mujeres con los hombres, como ella decía, porque Dios creó a una mujer y a un hombre para que se acompañaran, para que se complementaran.

-Así deben ser las cosas... -repetí para mí mismo, como si pudiera convencerme de que su mundo era el único que importaba. Pero, por dentro, sabía que no era así.










Si han vivido algo de esto.. por favor hablen con una persona de confianza la cual sepa que no le van a juzgar... que tengas gustos diferentes no significa que seas un castigo de Dios ni nada por el estilo.
Creo en Dios y se que el me quiere como soy... Así que si sufren algún tipo de desprecio por lo que son... no le tomen importancia... sean ustedes mismo, me harían muy feliz saber que lo son.

Pollonaurio.


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⏰ Última actualización: 10 hours ago ⏰

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